Consejos para llegar a fin de mes sin morir en el intento

Llegar a fin de mes se ha convertido en una odisea para un número, cada día más creciente, de hogares españoles. Entre las respuestas de la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), destaca que el 39,8% de los españoles preguntados llega justo a fin de mes. Además, a pesar de la mejora que muestran los datos macro de la economía española, el 57,3% estima que la situación financiera de sus hogares es la misma que la que tenían seis meses antes. Y es que una cosa no lleva necesariamente a la otra.

Llegar a fin de mes¿Cómo se explica esta contradicción? Los datos son tozudos: en los últimos cinco años, la media del salario neto en España ha aumentado un 7,10% (12.628 euros en 2008, frente a 13.528 euros en 2013). Sin embargo, los precios, en este periodo, se han disparado un 10,20%, según el INE. Cierto es que los precios están bajando, pero los salarios también. Además, hay que tener en cuenta los 1,8 millones de familias que tienen a todos sus miembros en situación de desempleo o los 700.000 hogares que no perciben ningún tipo de ingreso. La consecuencia es clara: los consumidores pierden poder adquisitivo y llegar a fin de mes es una misión imposible si no se sigue un método.

Curiosamente, el pasado 31 de octubre se celebró el Día mundial del Ahorro. Parece una contradicción hablar de ahorro cuando en muchas comunidades, como Castilla y León o Canarias, más de la mitad de los hogares no pueden siquiera sufragarse los gastos imprescindibles para subsistir todos y cada uno de los 12 meses del año. Sin embargo, creo que el ahorro es una de las pocas vías para empezar a salir de este pozo desolador que ha marcado en el último lustro de muchas familias españolas y que va camino de convertirse, para no pocos hogares, en una década perniciosa. No obstante, el ahorro no debe concebirse como un atesoramiento de dinero sin ton ni son. Tiene varias caras, todas complementarias, que podríamos resumir en cuatro puntos principales.

Consumo responsable

Hablar de ahorro es hablar de consumo responsable en un primerísimo término. Cortar gastos es el primer paso. Eliminar las compras compulsivas, el siguiente. En pleno auge de las nuevas tecnologías, las redes sociales, las ofertas por internet, los españoles no pueden sustraerse al cambio hacia los nuevos hábitos de consumo. Identificar las necesidades básicas del hogar, participar en plataformas de consumo compartido, utilizar comparadores de precios, aplicaciones (las famosas APPs) para móviles para elegir el mejor producto o servicio al mejor precio en el instante en el que decides gastar esos euros…  son costumbres que deben ir calando por la vía rápida en los presupuestos de los ciudadanos, como primeras medidas para llegar a fin de mes sin tener que cortar por lo sano con necesidades básicas de las que no se puede prescindir.

Previsión de gastos

Siempre que busco un ejemplo para ilustrar esta costumbre que debe ser imprescindible en cualquier hogar me viene a la cabeza “la economía de Karate-Kid” que acuñó mi compañero de blog Sebastián Puig (@lentejitas, en Twitter). Apuntar todo lo que se gasta, todo lo que se va a gastar. No sólo en el mes, sino en los que vendrán e incluso en el año que tenemos por delante. Difícilmente podremos montar un sistema sostenible de nuestras finanzas que nos permita llegar cómodamente a fin de mes si no tenemos claro cuáles van a ser nuestras necesidades y cuánto nos van a costar. Los gastos navideños, que ya están a la vuelta de la esquina, pueden ser un buen principio para poner en práctica esta excelente costumbre.

Endeudamiento razonable

Huir de las deudas no siempre es la mejor opción. Los plazos en los pagos se inventaron para poder atender nuestras necesidades de consumo. Pero es necesario que podamos hacer luego frente a los pagos de esa lavadora nueva que reemplazará a la vieja que ya no da más de sí. Evaluar cuál es la mejor relación entre intereses y pago al contado puede ser la diferencia que marque la frontera entre llegar a fin de mes o pasar dificultades hasta que llegue la próxima nómina o prestación de desempleo. No esperar a que el electrodoméstico de turno dé su último suspiro. Prever su reemplazo a tiempo nos puede permitir ir ahorrando y reducir de esta forma el importe a aplazar, en caso de que no vayamos a poder afrontar el pago de una sola vez. Como decíamos al principio de este epígrafe, hay evitar a toda costa el impago de nuestras obligaciones (multas, impuestos y financieras) para no tener que pasar apuros indeseados por los intereses de demora, auténticos gastos improductivos.

Fijarse objetivos de ahorro

“Tacita a tacita”. ¿Se acuerdan de ese anuncio? Seguro que a quienes ya les perlan las canas esta frase les suena familiar. Lo protagonizaba una joven Carmen Maura para la firma de café Monky. Y no es ni más ni menos que el ejemplo de la hucha que nuestros mayores nos han inculcado, y que lamentablemente no ha cuajado lo que debería en la mayoría de los casos. Sin embargo, esos objetivos de ahorro deben ser productivos. El dinero tiene que rendir y cada vez nos encontramos ante más fórmulas para ahorrar mejor. Buscar las mejores ofertas para nuestros ahorrillos también aporta su granito de arena en la tarea de llegar a fin de mes.

Lo importante es empezar, como muchas cosas en esta vida. La experiencia es un grado y una clave para alcanzar el éxito, ya sea con el objetivo de llegar a fin de mes o con cualquier otro. Es muy posible, que tras analizar nuestros gastos e ingresos, esta meta no se pueda alcanzar a la primera, pero de los errores se aprende. Lo importante es buscar una vía que nos permita alcanzar una velocidad de crucero sostenible en las finanzas de nuestro hogar a medio plazo.

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