Las grandes citas comerciales, tales como las tradicionales rebajas, las navidades o el Black Friday, no deben hacernos olvidar los derechos de los consumidores, a los cuales nunca deberemos renunciar aunque los precios o las condiciones de venta varíen. Así que conviene recordar antes de cualquier otra consideración, y ante la proximidad del viernes de las oportunidades del próximo día 24, que las compras realizadas durante esa jornada tienen la misma garantía legal mínima que durante el resto del año, y los derechos de quienes las realizan son los mismos de siempre. De modo que veamos cuáles son.
La actividad comercial se multiplica pero los derechos se mantienen, y las empresas no pueden escudarse en el exceso de trabajo o el incremento de envíos para burlar las garantías del comprador en lo que respecta a la recepción de los paquetes, a los posibles retrasos en las entregas o en aquellas que se llevan a cabo cuando los destinatarios no están disponibles, y que no pueden hacerse de cualquier forma.
30 días de espera
En primer lugar, hay que recordar que la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios establece un plazo máximo de 30 días naturales, ya sea para compras online o en tienda, desde la fecha de compra para la entrega de un pedido. Y si el producto se retrasa, o incluso si no llega, el consumidor tiene el derecho de reclamar la devolución del importe pagado y puede solicitar una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados.
Es más, si se compra un producto online y se descubre que ya no está en stock al momento del envío, según el código civil, el comprador tiene el derecho de exigir la entrega del artículo comprado. Y si el vendedor no cumple con esta obligación, el consumidor tiene el derecho a la devolución del dinero y también puede exigir indemnización.
Si hay un envío hay riesgo de extravío. Y en los casos de pérdida del paquete durante el trayecto, la responsabilidad recae en el vendedor, ya que es el encargado de elegir el medio de entrega. Éste será el único responsable ante el comprador, y decidirá si reenvía el paquete o devuelve el importe de la compra. En función de la decisión, el consumidor podrá o no exigir daños y perjuicios.
Devoluciones e indemnizaciones
Si el paquete llega en mal estado, el Código Civil establece que, en caso de recibir un producto roto o deteriorado, el vendedor debe reponer el artículo o devolver el dinero de la compra. De ahí la importancia del modo de entrega y la persona receptora antes comentados, ya que debe ser en el momento de la recepción cuando el cliente rechace el producto deteriorado. El mensajero es quien deberá dar fe de que el envío no estaba en condiciones óptimas.
Si no es un tema de deterioro en el envío, los compradores pagarán los gastos de devolución solo si las condiciones de la venta lo indican. De lo contrario, la devolución es gratuita.
Y por último, en lo referente a las garantías de los artículos comprados online, tengan o no descuento, son exactamente las mismas que durante el resto del año. Es decir, dos años para artículos nuevos y 12 meses para los de segunda mano.
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