Transferencias inmediatas y gratuitas, pero con letra pequeña
La normativa europea que exige a los bancos las transferencias inmediatas y gratuitas ya ha entrado en vigor este mes de enero de 2025. Desde ahora todas las transferencias bancarias lleguen a los destinatarios en 10 segundos sin que los bancos puedan cobrar comisiones adicionales por ello. Pero cuidado porque, como suele ocurrir, hay letra pequeña en la nueva medida, y lo que en realidad ocurre es que el coste de las inmediatas se equipara al de las no instantáneas, y por lo tanto dependerá de las condiciones de cada banco. De la letra pequeña.
Transferencias inmediatas y gratuitas, o no
Como suele decirse popularmente, hecha la ley, hecha la trampa, y resulta que el mandato europeo no habla de gratuidad, sino de equiparación entre las transferencias inmediatas y las ordinarias. Motivo por el cual se ha extendido el temor, entre las asociaciones de usuarios y consumidores, de que la nueva medida no se traduzca en la gratuidad de todas las transferencias
En este sentido, y aunque desde el Bando de España han manifestado su convencimiento, son muchas las entidades bancarias que se plantean la revisión de sus políticas comerciales, supeditando la gratuidad a los diferentes niveles de vinculación del cliente con el banco. Es decir, se valoraría según los programas de fidelización de cada entidad, y a mayor relación comercial con el usuario, más posibilidades de gratuidad. Pero si ésta no se concede, como la norma europea exige la equiparación de costes, podrían acabar subiendo el precio de las transferencias ordinarias para igualarlo al de las transferencias inmediatas.
Diferencia entre transferencia ordinaria e inmediata
Las transferencias bancarias ordinarias son las que podemos considerar como las habituales. Son aquellas en las que la recepción del dinero transferido tarda en llegar entre uno y cinco días hábiles desde su ejecución. Es decir, para entidades que tardan solo un día, en caso de hacerla el viernes, el dinero no llegaría a la cuenta receptora al menos hasta el lunes, contando que este no fuera festivo.
En cambio, las inmediatas garantizan que el dinero desde la cuenta de envío a la de recepción se hace de manera instantánea, en apenas 10 segundos, a cualquier hora y los 365 días del año. Siempre entre entidades de la zona SEPA, eso sí. Un servicio similar al que ofrece el Bizum.
Otra diferencia es que, a diferencia de las transferencias estándar, las inmediatas son irreversibles en el momento en que se emiten. Por lo tanto, no es recomendable realizarlas si no se conoce al destinatario.
Quién ofrece las transferencias inmediatas
La norma del Banco Central Europeo y el Consejo Europeo de Pagos no obliga a los bancos a tener transferencias inmediatas entre sus servicios. Es una funcionalidad voluntaria, de ahí que no todos hayan decidido adherirse. Algunas entidades, incluso, solo se han adaptado como posibles receptoras, pero no ofrecen a sus clientes la posibilidad de envío.
De hecho en España hay bancos tan relevantes como ING Direct que no ofrece a sus clientes la posibilidad de hacer transferencias inmediatas y gratuitas. No obstante, hay una veintena de entidades que lo permiten, entre las que se encuentras los principales bancos nacionales.
Cada banco tenía establecido un precio para las transferencias instantáneas. Comisiones que iban desde céntimos de euro hasta los 3, 6 o 12 euros. Un coste que ahora no podrán aplicar con la entrada en vigencia de la normativa que exige las transferencias inmediatas y gratuitas.
Con todo, tal y como hemos avanzado, tal vez no todos los bancos ofrezcan transferencias inmediatas y gratuitas, ya que la medida europea exige equiparar el precio a las ordinarias, no la gratuidad en sí. De modo que aquellos bancos en los que las transferencias ordinarias tenían ya antes alguna comisión, podrán aplicarla también a las inmediatas. Esos costes suelen aplicárselo a los clientes que no tienen la nómina domiciliada o los recibos de suministros, por ejemplo. Por eso conviene siempre mirar la letra pequeña de cada banco, donde aparecen las condiciones de cada operación y de los servicios financieros que ofrece la entidad.