Internet es una herramienta profesional y de ocio indispensable hoy en día, pero también encierra infinidad de peligros parapetados tras el anonimato de los usuarios. Una preocupación constante que debe mantenernos a todos alerta, pero sobre todo cuando afecta a los menores. La policía ofrece una serie de consejos para proteger a los usuarios menores en la red.
En primer lugar una recomendación de carácter familiar, pues si eres menor de edad, antes de abrir un perfil en una red social, cualquiera de ellas, es conveniente decírselo a tus padres. Es mejor que lo sepan y estén informados de los sitios web donde te relacionas.
Si ya tienes un perfil en una red social, no aceptes a todo el que quiera ser amigo tuyo, solo a quien conoces y te interesa. Detrás de un «nombre» puede haber alguien que quiera perjudicarte. Acumular “amigos” desconocidos no lleva a ningún sitio bueno. Es tan inútil como peligroso. Por eso mismo, publica tus fotos y contenidos sólo para tus amigos. Nunca sabes en manos de quién pueden caer y que uso pueden hacer de ellas.
Pensando un poco en los demás, en proteger su imagen y sus intereses, lo mejor es pedir permiso a tus amigos antes de publicar fotos donde salgan, etiquetados o no. Si no quieren salir respétalos, es la mejor manera de que luego te respeten a ti. Y por otra parte, piénsate bien las fotos que vas a publicar, aunque sean tuyas, no sea que luego te arrepientas o te avergüences de ello, pues ya será demasiado tarde. Las imágenes de internet pueden llegar a mucha gente, y una vez se han hecho con ellas no podrás controlar lo que harán con ese material.
Expulsar y denunciar
Si alguien te amenaza o te pide cosas que no te gustan, deberías expulsarlo inmediatamente de tu perfil y comentárselo a tus padres o tutores cuanto antes. Es más fácil solucionar un problema cuando acaba de empezar que cuando se ha hecho más grande. Y si tus padres lo consideran oportuno, no hay que dudar en denunciarlo a la policía.
Las webcam son otra puerta de entrada a tu sistema que debes controlar lo mejor posible. No debes usarla nunca sin pensar antes en las posibles consecuencias y con quién te estás comunicando. Entre otras cosas, de la webcam se puede hacer un «pantallazo» y la persona con la que chateas puede guardarse tu imagen para usarla cuando y como quiera.
Por último, es muy importante utilizar una contraseña difícil de adivinar, incluyendo algún número y signo de puntuación. Y no la compartas con nadie. Tu perfil es tuyo y de nadie más, y si pueden entrar sin tu permiso perderás el control de tu intimidad.
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