Coches eléctricos usados y más baratos con el incremento de las ayudas del Plan Moves III

Las autoridades siguen apostando por incrementar la presencia de los coches eléctricos en el parque móvil nacional, y para que ello ocurra el Gobierno ha modificado  los requisitos para poder acceder al programa de ayudas Moves III, e impulsar de este modo el mercado de vehículos eléctricos más asequibles, tanto nuevos como usados.

El Plan Moves III será más accesible para el gran público gracias a un presupuesto de 1.200 millones de euros. Y se han incluido tres modificaciones para que ello sea posible. La principal es aumentar por cinco el número de vehículos que un único propietario puede adquirir en cada comunidad autónoma, pasando de 50 a 250. Esta medida tiene como objetivo «facilitar» la renovación de flotas públicas o empresariales o, incluso, de empresas destinadas al alquiler de vehículos.

La segunda novedad es triplicar el número de vehículos de demostración que un concesionario puede vender. De 30 a 90 unidades. Esto permite que los concesionarios puedan mover un volumen mucho más grande de vehículos ecológicos, lo que se traducirá en un servicio de venta más sencillo y rápido para satisfacer la demanda de los potenciales clientes.

Seminuevos más antiguos

Y por último, se ha ampliado el tipo de vehículos que pueden recibir la subvención, incluyendo los coches eléctricos seminuevos con una antigüedad máxima de 12 meses desde la fecha de primera matriculación. Hasta la fecha, la antigüedad era de 9 meses.

Estas modificaciones se han aprobado como resultado de las recomendaciones del Grupo de Trabajo de Infraestructuras de Recarga del Vehículo Eléctrico (Gtirve), que está conformado por distintas asociaciones sectoriales y la Administración, según indica el Ministerio.

Estas actualizaciones vienen a ampliar nuevamente el Plan Moves III que el pasado mes de julio ya recibió un incremento presupuestario por parte del Gobierno para impulsar la compra de vehículos sostenibles y la instalación de puntos de recarga, que sigue siendo uno de los principales inconvenientes en la implantación de la flota eléctrica.