¿Qué es el IPC y cómo se comportará en España en los próximos años?

El índice de Precios al Consumo (IPC) es una medida estadística, calculada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que indica la evolución del conjunto de precios de los bienes y servicios básicos que consume la población, y de este modo se convierte en un indicador de la evolución del coste de la vida, y por extensión, su actual tendencia positiva certifica la anunciada salida progresiva de la situación de crisis económica.

El INE es el organismo encargado de recoger los datos necesarios mensualmente y, a partir de ellos,  calcular el IPC y predecir su comportamiento futuro según la comparativa de su evolución a lo largo del año en curso o el anterior.

El índice de Precios al Consumo no recoge el precio concreto de los productos, sino que estudia el incremento o la disminución de los precios para calcular la evolución del mercado.

Se trata de un trabajo estadístico realizado a partir de encuestas telefónicas, telemáticas o personales que cubran una muestra de población suficiente y representativa de todo el territorio nacional. En el estudio se recogen sólo precios de mercado, sin ofertas, rebajas o liquidaciones que puedan condicionar o desvirtuar el resultado general.

A finales de diciembre el INE da a conocer el IPC provisional del año en curso. Unos datos que no se hacen oficiales, actualizados o no, hasta mediados de enero del año siguiente.

¿Qué es el IPC y cómo se comportará en España en los próximos años?

Previsiones del IPC en España

El IPC marca la inflación del mercado, que es el incremento generalizado de los precios de bienes y servicios. Un índice que en España se ha mantenido en negativo a lo largo de todo el año 2016, a excepción de los meses de junio y julio, pero que según las previsiones, que coinciden con los pronósticos sociopolíticos que auguran el fin de la crisis, acabará el ejercicio en positivo,  alrededor del 0,3%.

Las previsiones señalan, además, que en 2017 el ascenso del IPC español llegará hasta el 1%, lo que supone un incremento más que considerable. Un crecimiento que se estabilizará en 2018.

Obviamente, los pronósticos en materia económica dependen siempre de los acontecimientos (conflictos bélicos, desastres naturales, el Brexit…) que marcan la actualidad, y que pueden cambiar el signo de la evolución cuando afectan a los mercados.

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