El futuro de nuestros hijos es una prioridad evidente. Hay que educarlos en todos los sentidos, y facilitarles el acceso a la cultura, incluyendo la financiera, que les ayudará a afrontar una vida futura marcada por la economía personal, doméstica y empresarial. La educación financiera es fundamental y es muy recomendable iniciar a los niños a edades tempranas.
En Domestica tu economía iniciamos una serie de artículos sobre las diferentes etapas que debe cumplir dicha educación económica infantil, y los contenidos adecuados para cada una de ellas.
Para empezar, conviene reseñar que la falta de educación financiera perjudica las posibilidades futuras de su hijo, que se enfrentará a situaciones diarias, tanto personales como laborales, en inferioridad de condiciones respecto a sus compañeros, colaboradores o competidores.
Unos padres responsables deben velar por sus hijos y prepararlos de la mejor manera posible para alcanzar sus objetivos en la vida. Es decir, propiciarles la formación necesaria para conseguirlo, que es lo mismo que garantizar su felicidad. Y eso ocurrirá si sus hijos llegan a ser en el futuro adultos productivos e independientes, con confianza en sí mismos, respeto a los demás y opciones para alcanzar sus metas.
Formación y disciplina
En este sentido, la formación debe ir emparejada a la imposición de cierta disciplina, ya que tan importante es saber lo que hay que hacer, como tener la convicción y la determinación de hacerlo en el momento adecuado. Saber que el ahorro es importante no sirve de nada si no se ahorra. De ahí la importancia de inculcar conceptos como el de la gestión, el ahorro o la inversión de su dinero.
En España, aunque los índices están mejorando en los últimos años, la formación financiera es una de las asignaturas pendientes en la educación de los jóvenes. A menudo es la gran olvidada, cuando en realidad debe ser tan importante como el fomento de actitudes como la cortesía, el orden y los hábitos de estudio.
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