Todos sabemos, más o menos, qué es una garantía. Pero a menudo ignoramos qué es lo que nos garantiza y qué no, y por cuánto tiempo, pues las leyes cambian, y con ellas también lo hacen los plazos y los contenidos de este servicio al consumidor, que también es un derecho. Sepamos un poco más de todo ello.
Cuando compramos algún producto dotado de un mecanismo para su funcionamiento o confeccionado con algún material perecedero o delicado, entre otros casos, a la adquisición va asociada una garantía legal de una duración determinada según el producto o la marca. Y durante el periodo de garantía, si aparece cualquier defecto de origen o falta de conformidad del producto, como por ejemplo, que no sea como se había anunciado o no cumpla su función, el comprador tiene derecho a exigir una reparación. Y ésta puede ser de dos tipos. O bien puede pedirse al vendedor que repare gratuitamente la avería, en un plazo razonable y sin mayores inconvenientes para ti, o que te lo cambien por un producto similar que esté en buenas condiciones; o bien solicitar que se haga un descuento sobre el precio o simplemente devolver el producto y recuperar el dinero que se ha pagado, que es lo que en derecho se conoce como “resolución del contrato”.
Los vendedores siempre tendrán que asumir la decisión del comprador, que es el perjudicado inicialmente, siempre y cuando sus demandas sean razonables.
¿Cuándo es un defecto de origen?
Los errores existen y siempre es posible tener mala suerte y comprar un artículo defectuoso de fábrica. Pero no es menos cierto que también la picaresca es frecuente. Por ello, cabe preguntarse quién debe decidir si el defecto es de origen, y por lo tanto está cubierto por la garantía legal, que es un derecho del consumidor. Pues bien, según la nueva normativa, que data de abril de 2021, durante dos años tras la compra el consumidor no necesitará demostrar la falta de conformidad del producto sino que se entenderá así por defecto cuando aparezca una avería en ese tiempo, salvo que el vendedor demuestre lo contrario.
Para todos los productos adquiridos a partir de 2022, la garantía legal es de 3 años para cualquier artículo nuevo duradero, y la existencia de piezas de reparación y de un servicio técnico adecuado se garantiza hasta 10 años a partir de la fecha en la que el producto deje de fabricarse.
En cambio, si la compra se ha realizado antes de 2022, todavía se sigue aplicando la normativa anterior sobre garantías, de modo que ésta será de solo 2 años, y si el fallo aparece en los primeros 6 meses desde la entrega del bien, no debes probar nada para conseguir que se aplique la garantía. Sin embargo, si el problema aparece después, el fabricante o el vendedor pueden exigirte una prueba pericial de que el fallo venía de origen, lo que complica la aplicación de la garantía. Además, los fabricantes están obligados a proporcionar piezas de repuesto y un adecuado servicio técnico solo durante 5 años a partir del cese de la fabricación.
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