Vivimos en una sociedad de consumo y toda información es poca para saber qué es lo que compramos. Sobre todo cuando la adquisición afecta a nuestros hijos. Los sistemas de etiquetado son esenciales y están perfectamente normalizados a nivel europeo, pero en la industria de los videojuegos, que tanto transitan los más jóvenes, existe un sistema específico. Se trata El código PEGI, que es un mecanismo de autorregulación diseñado por la industria para dotar a sus productos de información orientativa sobre la edad adecuada para su consumo.
Este sistema Pan European Game Information (PEGI) está integrado por dos tipos de iconos descriptores. El primero de ellos relativo a la edad recomendada, y el otro en referencia al contenido específico susceptible de análisis.
Edades
El diseño de los logotipos informativos se basa en las luces de seguridad vial, haciendo más fácil y visual su interpretación. Y además de los colores incluye un cifra orientativa con los límites de edad recomendados: el tres marca los juegos adecuados para todas las edades y, pasando por el 7, 12 y 16, el 18 avisa del contenido solo para adultos.
El PEGI integra también la etiqueta PEGI OK, en respuesta a las nuevas necesidades sociales que vienen dadas por “casual games”. Aquellos juegos de bajo coste que se pueden descargar desde Internet para teléfonos, ordenadores y dispositivos similares. La etiqueta PEGI OK informará a padres y tutores qué juegos son aptos para todos los públicos y si las plataformas Web que los venden ofrecen las garantías de seguridad requeridas.
Contenidos
Además de los sellos de edades, PEGI tiene también una serie de términos pictográficos sobre el contenido del juego. Así, el consumidor (o los adultos que lo tutelen) podrá comprender de antemano el tipo de contenidos que encontrará y realizar así una elección libre e informada.
Los pictogramas son ocho, y hacen referencia a otros tantos temas: violencia, lenguaje soez, discriminación (racial, de clase o de género), drogas, miedo, juego, sexo o “modo online para jugar por internet”.
Estas marcas y etiquetas del sistema PEGI deben tenerse muy en cuenta a la hora de adquirir un videojuego para nuestros hijos para no tener sorpresas indeseadas.
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