Comprar una casa es tal vez para muchas personas la mayor inversión que harán en su vida económica, y no son pocos los pasos que hay que dar para llevar a cabo la transacción. Cuando vas a solicitar una hipoteca, por ejemplo, uno de los trámites necesarios a realizar es la tasación de la vivienda. Veamos en qué consiste y por qué es necesaria antes de la adquisición de la vivienda.
La primera razón por la que un banco exige la tasación del inmueble que quiere hipotecarse, es porque en caso de impago del préstamo solicitado, la entidad contará con dicha vivienda como garantía. Por ello, es relevante para el banco valorar la casa y de este modo poder calcular el límite máximo del importe del préstamo que está dispuesto a conceder. Nunca concederá más de lo que pudiera recuperar si finalmente se queda el inmueble.
Otro aspecto relevante a tener en cuenta en el trámite de la tasación es saber que los gastos de la misma son asumidos por los futuros compradores de la vivienda, y las entidades deben entregar copia del informe de tasación al cliente, con una información clara y veraz del importe de dichos gastos.
Quién tasa
La tasación la realizará una sociedad o servicio de tasación de una entidad de crédito y/o un profesional homologado, independiente del prestamista o del intermediario. No obstante, antes de llevar a cabo la valoración del inmueble, la entidad deberá informar de la necesidad de realizar tal operación y de los gastos que supone, requiriendo a tal fin la autorización para cargarlos en cuenta.
Además, para evitar malos entendidos, el banco debe advertir de que la realización de la tasación no conlleva automáticamente la aprobación de la solicitud del préstamo hipotecario y de que si, finalmente, la operación no llega a buen término, ello no implica necesariamente la devolución de los gastos.
En cualquier caso, teniendo en cuenta el coste que supone hacer una tasación, este trámite debe posponerse hasta que el banco haya realizado, al menos, un primer análisis de la capacidad de pago. Las tasaciones no se hacen así como así, sino cuando ya existe un interés fundado en la operación por ambas partes.
Se puede dar el caso de que en una operación se planteen dudas acerca de la titularidad registral del bien objeto de garantía. Si fuera así, una actuación diligente, acorde con las buenas prácticas bancarias, llevará a la entidad a solicitar una nota registral simple antes de encargar la tasación.
Si la operación no llega a buen puerto, y finalmente es denegada la hipoteca por parte del banco, la entidad deberá entregar el original del informe de tasación al cliente, para que este pueda acudir, si lo desea, a otra entidad dentro del plazo de vigencia de aquel (seis meses desde su fecha de emisión) en demanda del préstamo no concedido.
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