La vida laboral del autónomo no es sencilla, pero aún lo es menos cuando intentan acceder a una ayuda o realizar algún trámite oficial. La burocracia a la que debe enfrentarse este colectivo es un escollo que llevan intentando evitar desde hace décadas. Y parece que al fin las reivindicaciones han llegado al casillero adecuado, pues el Gobierno y el sindicato ATA (Asociación de Trabajadores Autónomos) han presentado un plan para reducir la carga burocrática de los trabajadores por cuenta propia.
Más vale tarde que nunca, deben pensar algunos. Sobre todo aquellos que ya se desgañitaron hace unos meses, al inicio de la crisis del COVID-19, pidiendo que los autónomos pudieran acogerse a la prestación por pérdida de actividad sin tener que realizar un ERTE. No pudo ser. Pero parece que al fin se agilizarán los trámites. Al menos a partir de ahora.
Menos trámites
Hace unas semanas se publicó en el BOE que se han pactado las bases para desarrollar un nuevo documento en el que se plasmarán mejoras en el acceso a los trámites burocráticos. Un plan que tendrá que estar definido antes del próximo 20 de noviembre y que contempla un presupuesto de actuación de alrededor de 100.000 euros.
El objetivo es desarrollar una propuesta completa y que pueda reducir los problemas a los que se ven abocados los trabajadores por cuenta propia cada vez que desean formalizar algún tipo de trámite administrativo. Se pretende modernizar, racionalizar y simplificar los procedimientos administrativos, no solo para agilizar los trámites, sino también para facilitar la relación entre los ciudadanos y la Administración.
Estas mejoras contribuirán también, según los agentes implicados en el plan, a reducir los costes de explotación de las actividades mercantiles, ayudando a mejorar la competitividad de las empresas y a estimular su desarrollo.
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