La digitalización de la actividad económica nos aporta todo tipo de novedades e innovaciones. Una transformación a la que autónomos y micropymes deben prestar atención es a la Factura Electrónica o eFactura tanto por sus beneficios como por su próxima obligatoriedad.
¿En qué consiste?
Las facturas electrónicas son justificantes de entrega de bienes o prestación de servicios totalmente válidos ante la Agencia Tributaria, debiendo tener un formato estandarizado que permita su legibilidad.
Entre los lenguajes más utilizados en nuestro país encontramos Facturae, UBL o EDIFACT.
Origen
La generalización de la factura electrónica es una iniciativa de carácter internacional, impulsado a través de normativas gubernamentales. En la Unión Europea, la obligatoriedad comenzó a implementarse en las Administraciones Públicas. España incorporó esta obligación en el ámbito B2G en el año 2015, extendiendo la obligatoriedad para los subcontratistas del Estado con posterioridad. Desde entonces, se calcula que el volumen de facturas electrónicas intercambiadas ha superado los 340 millones.
Se calcula que el ahorro de tiempo de gestión ronda más de 1,2 millones de horas, con un valor superior a los 2,6 billones de euros, lo que la hace muy atractiva para autónomos y micropymes, siempre necesitadas de un estricto control de costes operativos. También merece destacarse en el ámbito medioambiental un beneficioso ahorro cercano a los 19.000 árboles al sustituir el papel por el formato digital.
La Factura Electrónica aparece en la Ley 11/2021 de prevención y lucha contra el fraude, aunque será con la Ley 18/2022 “Ley crea y crece” con la que la apuesta por su implantación se generaliza a todos los sectores, todos los empresarios y profesionales deberán expedir, emitir y recibir facturas electrónicas en sus relaciones comerciales.
La implantación de la Factura Electrónica persigue:
- Eliminación del papel mediante creación y promoción de procesos digitales.
- Más control y menos fraude.
- Transformación tejido empresarial (objetivo macroeconómico).
Entre los beneficios para autónomos y micropymes que supondrá su implantación, destacamos:
- Reduce la morosidad
- Reduce los ciclos de tramitación y de cobro de las facturas.
- Disminuye los errores humanos.
- Facilita el acceso a las facturas almacenadas.
- Más fácil y rápido tener archivos de respaldo para evitar pérdidas.
- Mejora y optimiza el servicio al cliente.
- Permite a las empresas llevar una mejor y más exacta contabilidad, en tiempo real. Está protegida por la firma digital, por lo que es más segura y garantiza la integridad del documento original.
¿CUÁNDO SERÁ OBLIGATORIA LA FACTURACIÓN ELECTRÓNICA?
Los plazos para integrar obligatoriamente la Factura Electrónica dependen del volumen de facturación, siendo algo más dilatadas para pymes y autónomos. Así, las empresas que facturen más de 8 millones de euros anuales dispondrán de un año a partir de la entrada en vigor del reglamentopara emitir y recibir facturas electrónicas en el entorno B2B. La expectativa es que ello ocurra a lo largo de 2024.
Las empresas que facturen menos de 8 millones de euros anuales, es decir, prácticamente el 100% de micropymes y autónomos, dispondrán de dos años a contar desde la entrada en vigordel citado reglamento.
Los emprendedores que estén iniciando sus actividades deben conocer igualmente que la Factura Electrónica agilizará la creación de empresas con procedimientos más ágiles, sencillos y económicos. En principio, será posible crear una S.L. desde solo 1 euro, lo que debería traducirse en un fomento del crecimiento empresarial. Además, se mejorarán los instrumentos de financiación alternativos, como el crowdfunding.
FormaciónANEI
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