¿Renovarse o morir? Una pregunta clásica con una respuesta evidente para cualquier emprendedor consciente de que ser competitivo es condición indispensable para sobrevivir en el sector empresarial. Para ello hay que evolucionar y adaptarse a los nuevos tiempos y escenarios, que en la actualidad vienen marcados por las posibilidades que ofrecen los grandes avances de la tecnología. Ese es el terreno en el que se mueven las startups, empresas emergentes asociadas a la innovación, que en lo que se refiere al sector financiero se centran en la creación de productos y servicios fintech.
Etimológicamente, fintech es la suma de dos palabras inglesas: Financial Technology. Es decir, Tecnología Financiera; y genéricamente se utiliza para referirse a cualquier tecnología aplicada a los servicios financieros. Lo que hacen las empresas dedicadas al fintech es examinar todos los campos y sectores de los servicios financieros, así como los problemas asociados a ellos, para encontrar soluciones que modifiquen, en parte o por completo, esos servicios para hacerlos más ágiles y eficaces mediante la aplicación de las nuevas tecnologías.
Algunos de los principales campos de acción donde han destacado las empresas de FinTech son los sistemas de seguridad y privacidad financiera, los pagos y transferencias, la asesoría y actividad online, banca móvil, préstamos y financiación colectiva (crowdfunding), criptomonedas, carteras digitales y seguros relacionados con la banca; aunque el insurtech puede considerarse un área aparte y también muy activa en este sentido.
Tanto es así que ambas plataformas de innovación comparten la Asociación Española de Fintech e Insurtech, que cuenta ya con el apoyo de más de 50 compañías que representan a la gran mayoría del sector. Su objetivo es el de crear un entorno favorable para el desarrollo de startups y empresas Fintech e Insurtech en España.
Es indudable que el sector del fintech está en auge, y su crecimiento ha sido exponencial en los últimos años, siguiendo la estela de las inversiones en innovación de otros mercados como el de las telecomunicaciones, el turismo o los medios de comunicación.
Algunos ejemplos destacados de fintech nacional, entre las muchas empresas que han despuntado en los últimos años, serían:
Afterbanks, una aplicación para el control de las finanzas dirigida a particulares y empresas. A través de su web y una aplicación móvil, permite al usuario controlar sus gastos en tiempo real y realizar predicciones financieras en el corto y medio plazo.
Cuéntica es una aplicación online creada en Zaragoza para que los autónomos y las PYMES resuelvan todas sus necesidades de gestión del día a día (facturas, gastos, cobros/pagos, obligaciones con Hacienda, etc) de forma sencilla y recuperando el control sobre sus negocios, obteniendo información real sobre la marcha de los mismos.
VDOS es la empresa española líder en información de fondos de inversión, sociedades de inversión, IIC extanjeras y planes de pensiones en España. Tiene como objetivo ofrecer la más completa y fiable información del sector a través de soluciones tecnológicas innovadoras.
Finnovista es una organización creada para acelerar el desarrollo de empresas de tecnología que proveen servicios financieros digitales y que potencia el ecosistema fintech donde operan estas empresas. Especialmente enfocada a mercados en crecimiento.
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