Vuelven las rebajas sin restricciones pandémicas, y en cambio resulta ser una campaña anómala. Las inusuales condiciones climáticas, con altas temperaturas incluso en Navidad, han hecho que se vendieran poco las prendas de abrigo, que siguen en el stock de los comerciantes, provocando que éstos hayan tenido que limitar la cuantía de los descuentos. Es por lo tanto una campaña con menos oportunidades o porcentajes de rebaja menores a años anteriores, pero esto no ha evitado su magnífica acogida por parte de los consumidores. De modo que, por si usted es uno de ellos, vamos a ofrecerles algunos consejos para que las rebajas no acaben saliendo caras.
En primer lugar un recordatorio básico antes de abordar las compras, y es que lo único que se recorta en las rebajas son los precios, pero nunca los derechos del consumidor. De modo que en materia de servicio y calidad, así como de formas de pago o devoluciones, nada ha cambiado respecto a las compras online o en tiendas físicas anteriores al periodo de rebajas. La garantía y el servicio postventa también deben ser iguales al periodo anterior al de las ofertas.
No todo vale
En rebajas no todo vale. Conviene ser previsor y organizarse, por ejemplo confeccionando una lista de necesidades o preferencias, para aprovechar los buenos precios y que el presupuesto no se nos acabe disparando. Y por supuesto, evitar también ser engañados o privados de alguno de nuestros derechos. Por ejemplo, es importante saber que los productos rebajados deben haber formado parte de la oferta habitual del establecimiento durante al menos un mes. Y además, los productos deben mostrar, junto al rebajado, su precio original, o bien indicar de forma clara el porcentaje de la rebaja.
Por otra parte, una obligación de los comercios es ofrecer productos de oferta cuya calidad no varíe en absoluto de la que tenían antes de ser rebajados. Y en el caso de que se establezcan condiciones especiales para el periodo de rebajas (limitaciones en el medio de pago o en las devoluciones), los establecimientos están obligados a indicarlo expresamente.
Fundamental resulta conservar el tique, pues es indispensable para cualquier posible reclamación, cambio, devolución etc.
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