Cómo examinar la economía familiar para diseñar estrategias de ahorro
Para ahorrar es necesario marcarse unos objetivos y una estrategia para alcanzarlos. De modo que lo primero que debemos hacer es examinar nuestra economía familiar y ser realistas en cuanto a nuestras pretensiones de ahorro. Debemos ser sinceros con nosotros mismos y analizar con honestidad cuál es el estado de salud de nuestras finanzas.
Y una buena manera de hacerlo es responder a tres preguntas básicas: ¿Llegas sin problemas a final de mes?, ¿Podría subsistir si se queda mañana sin trabajo?, y ¿Dispone de recursos económicos en caso de una emergencia?
Lo ideal es que el sí sea la respuesta a todas estas preguntas. Significaría que la salud de su economía doméstica es excelente, aunque no por ello debe descuidar sus ahorros, por si llegan tiempos peores.
Pero si la respuesta es no en una o más de las preguntas, sus finanzas necesitan ser revisadas. Y en tal caso, las mejores indicaciones para sanear su economía deben centrarse en crear inmediatamente un buen fondo de emergencia y proponerse objetivos financieros a largo plazo.
Para mejorar la salud de su bolsillo lo primero que debe hacer es ponerse objetivos financieros, que sean concretos y realizables en un determinado periodo de tiempo. Unos objetivos que debe marcarse como una meta fija. A continuación les proponemos algunos tan realistas como asequibles.
Objetivos
Aumentar los ahorros. Este debe ser su objetivo primordial. Estar sin ahorros es sinónimo de estar desprotegido frente a cualquier imprevisto.
Controlar sus gastos para llegar sin angustias a fin de mes. Evitar los despilfarros que perjudiquen seriamente a su economía.
Disminuir o hacer desaparecer sus deudas lo antes posible. Cualquier retraso en una deuda puede agravar su situación económica. Márquese como prioridad número uno reducir o eliminar sus deudas, mes a mes.
Preparar la jubilación. Si quiere asegurarse un cierto nivel de vida cuando llegue la edad de jubilarse, empiece ya a ahorrar con vistas a esa etapa de su vida. Plantéese incluso sacar rentabilidad a esos ahorros.
Proteger a la familia. Si tiene personas a su cargo es conveniente que destine unos ahorros para la manutención de los mismos para protegerlos en el caso de que usted sufriera un serio percance.