La confluencia de un aumento significativo de casos de gripe, de COVID-19 y otras infecciones respiratorias propias de la época ha sobrecargado, cuando no colapsado en algunas comunidades, los servicios sanitarios de urgencias en todo el país, y por extensión algunos otros departamentos hospitalarios que se han visto afectados por la saturación de los centros de salud. Y ante semejante panorama, que parece no haber llegado aún a su máxima expresión, según los especialistas, el Ministerio de Sanidad ha decidido volver a imponer el uso de la mascarilla en los centros sanitarios. Una medida que algunas comunidades autónomas ya habían adoptado con anterioridad, pero que otras se niegan a acatar.
Hasta el momento, el ministerio había recomendado el uso de las mascarillas en función de la situación sanitaria de cada comunidad. Sin embargo, en vista del incremento de casos y la generalización de las listas de espera en la práctica totalidad del país para conseguir una consulta con el médico, o la falta de camas para los ingresos, la autoridad sanitaria ha impuesto la obligatoriedad de las mascarillas desde el pasado día 10 de enero.
Baja responsable
Además, y con el mismo objetivo de descongestionar los servicios de urgencias, Sanidad propone la “autojustificación” de las bajas de tres días, que por lo general deben ir acompañadas de un justificante médico. Se trataría de una declaración responsable del interesado, que al padecer los síntomas de una de las patologías mencionadas, informaría de su baja laboral sin acudir al médico y, por lo tanto, sin contribuir a la saturación.
Las comunidades que aplicarán la obligatoriedad de las mascarillas en los centros sanitarios son Catalunya, Murcia, Asturias y Aragón, que lo exigirá solo a los sanitarios y pacientes que ya se encuentren en las salas de espera para ser atendidos.
Otras comunidades, en cambio, preferían recomendar en vez de obligar, y así lo harán constar en sus alegaciones, que pueden presentar al ministerio en las próximas horas. Es el caso de Castilla- La Mancha, mientras que Madrid descarta imponer la obligatoriedad, igual que han manifestado lasn autoridades de Baleares. Andalucía tampoco está dispuesta a obligar al uso de las mascarillas, y ha anunciado que agilizará la vacunación, ya que este es uno de los motivos que apuntan los expertos a la hora de explicar el motivo dela actual situación vírica.
Castilla y León, Cantabria y Navarra también prefieren recomendar a exigir el uso de las mascarillas.
Y ante semejante panorama socio sanitario, desde aquí apelamos a la responsabilidad individual, y recordamos el problema medioambiental que supuso el uso generalizado de las mascarillas durante la pandemia. Así, instamos a todos los usuarios a su correcto reciclaje al desecharlas, para que no resulten una amenaza contaminadora después de habernos ayudado a controlar la crisis sanitaria.
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