La Navidad marca el final de un año, y los Reyes el inicio de otro, si hablamos de consumo. Son las fiestas donde se concentran buena parte de las compras que hacemos durante el año, y no está demás hacerlas con cierta responsabilidad y conciencia solidaria. Nos hará sentir mejor y colaboraremos en el bienestar ajeno y en la salud medioambiental del planeta. Veamos cómo podemos hacerlo.
En estas fechas, los productos de comercio justo son una buena elección, ya que en su producción y elaboración se siguen criterios éticos, sociales y medioambientales. Son por tanto una alternativa solidaria. Por eso es una buena idea pedirles a los Reyes Magos o a Papá Noel, incluso a nuestros amigos y familiares que nos obsequian y a quienes obsequiamos, que repartan artículos solidarios, educativos y no sexistas, pues no solo en materia de comercio debemos concienciarnos, sino también a la hora de formar a nuestros menores y jóvenes en actitudes honestas y apropiadas, siempre respetuosas con las personas y el entorno.
Debemos comprar de manera responsable. No comprar más de lo necesario. El derroche es un mal que a todos nos afecta, y las apariencias sociales no deben nublarnos el juicio. Apostar por la reutilización, e incluso por el reciclaje, es una manera de ahorrar, pero también de proteger el medioambiente.
Para minimizar el impacto ecológico de estas celebraciones navideñas tan ligadas al consumo, se recomienda el uso responsable del papel, que a menudo se derrocha en los envoltorios sin necesidad alguna; el reciclaje de los deshechos, que son muchos, tantos los orgánicos como el resto, y que afectan de manera muy especial al medioambiente; y buscar la eficiencia energética en la iluminación del hogar, así como en el uso de los electrodomésticos, ya que en estas fechas hay una evidente tendencia a los excesos inútiles.
Leave a Reply