Sigue existiendo un cierto temor en algunos sectores de la sociedad, aquellos menos diestros en las prácticas informáticas, a la hora de operar comercialmente por internet. ¿Está seguro nuestro dinero cuando circula por la red? ¿Qué puedo hacer para evitar las amenazas de fraude que siempre nos acechan? El robo de los datos de nuestras tarjetas, del DNI o del pasaporte podría facilitar la suplantación de nuestra identidad y un primer paso para ser estafados y que los ladrones compren en nuestro nombre, por ejemplo. Hete aquí algunos consejos para evitar que estas situaciones se produzcan.
En primer lugar, y antes de hacer cualquier tipo de operación, debemos ser conscientes de los riegos que existen en la red y de la importancia de proteger nuestros datos personales. Cualquier precaución es poca. Por ello es importante no abrir nunca un correo electrónico de una fuente desconocida, bloquear los destinatarios no deseados y el spam, y tener cuidado con los archivos adjuntos que se reciben por email. Es muy conveniente pasarles un antivirus antes de abrirlos.
Otra práctica muy recomendable es utilizar siempre versiones actualizadas de navegadores de Internet. También conviene actualizar el sistema operativo y sus programas para evitar posibles vulnerabilidades. Así mismo, es importante utilizar contraseñas seguras, combinando letras, números y signos de puntuación; y es aconsejable tener claves diferentes para cada sitio para dificultar las incursiones en nuestro sistema.
Antivirus
Para descargar programas y aplicaciones, la mejor opción son siempre los sitios oficiales. Las descargas gratuitas podrían contener elementos infectados. Aunque, en cualquier caso, y sean cuales sean nuestros hábitos operativos en internet, debemos proteger siempre los dispositivos con un antivirus de garantía; y para tener una mayor protección, aun si cabe, es recomendable instalar un cortafuegos en el ordenador. Y pese a todo, ser prudente no cuesta nada, de modo que es bueno ir haciendo copias de seguridad de manera regular. Así, en caso de tener algún problema no se perderá la información.
Por otra parte, conviene destacar que en internet no hay tecla de “borrar” o “deshacer”. Si se publica algo, aunque después se borre, no hay control sobre cómo se almacenó, copió o se archivó. Por eso conviene ser muy cauto a la hora de operar. Hacerlo con calma y las cosas claras, y nunca precipitadamente.
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