Un electrodoméstico apagado no gasta. Y esa es la verdad absoluta imposible de aplicar, pues no podemos vivir sin ellos. Pero lo que sí podemos es cambiar de hábitos de consumo. Pensar y calcular cuando es el momento más barato para poner la lavadora o el lavavajillas. Y es que la nueva factura de la luz, que entrará en vigor el próximo mes de junio, contempla una variación del precio de la energía en función de la hora de consumo.
A partir de ahora, se habilitarán tres periodos para el consumo eléctrico, el tramo punta, llano y valle, y el precio de la energía será diferente en cada uno de ellos. De este modo, si concentramos en lo posible el gasto en el tramo valle, el ahorro puede superar los doscientos euros al año. Y eso sin hacer inversión alguna. Solo eligiendo bien los horarios y los días, ya que los fines de semana y los festivos nacionales todas las horas serán valle.
Los tramos
Así, los tramos punta, los más caros del día, serán de 10 a 14 horas y de 18 a 22 horas. Periodos en los que debemos evitar al máximo el uso de los electrodomésticos. No ducharse, no poner secadoras ni lavadoras, etc.
La tarifa media, que es la del periodo llano, tendrá tres tramos a lo largo de la jornada laboral: de 8 a 10 h, de 14 a 18 h y de 22 a 24 h. Pero es en las horas consideradas valle cuando debemos concentrar en lo posible nuestra actividad consumidora. De la media noche a las 8 de la mañana. Así que antes de irnos a la cama hay que hacer la colada, por ejemplo, y dejarla funcionando, y levantarnos antes de las ocho para darnos una ducha calentita que nos reconforte y espabile.
Y aunque más de uno pueda pensar que adoptar esta estrategia puede resultar muy esclavo, lo cierto es que en el mercado existen enchufes con programador, con costes inferiores a los 10€, y que pueden ser muy útiles para ayudar y conseguir que el cambio de hábitos no resulte traumático ni nos quite una sola hora de sueño.