El FOGASA (Fondo de Garantía Salarial) ha sido durante estos duros años de crisis la muleta económica que ha posibilitado a muchas empresas el despido de sus trabajadores cuando se han visto obligados a cerrar o a recortar plantilla a causa de los problemas financieros. El organismo estatal se hacía cargo de una parte de las indemnizaciones de los trabajadores y posibilitaba el cierre parcial o total de las empresas con problemas. Pero desde el pasado día 1 de enero el FOGASA ha dejado de pagar dichas cantidades a las empresas de menos de 25 trabajadores.
Esta medida, que pretende frenar, ahora que se está estabilizando el tejido empresarial, el enorme gasto que en este sentido viene asumiendo el Estado en los últimos años de depresión económica, tiene también una lectura muy positiva desde la perspectiva del trabajador, ya que a las pequeñas empresas les resultará más caro el despido, por lo que éste no se ejecutará a la ligera o por motivos que no estén plenamente justificados, pues para liquidar a un trabajador el empresario no dispondrá de ninguna ayuda gubernamental. Por tanto, esta propuesta introducida desde el Senado en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado fomentará de forma directa el mantenimiento del empleo.
Hasta el momento el FOGASA pagaba las indemnizaciones correspondientes a 8 días de trabajo por despidos procedentes de contratos indefinidos en empresas de menos de 25 trabajadores. A partir de ahora, en cambio, los trabajadores que se vean afectados por una extinción de contrato y formen parte de compañías con menos de 25 trabajadores, pasarán a recibir la totalidad de la indemnización del propio empresario, equivalente a 20 días de salario por cada año trabajado, siempre teniendo en cuenta el límite de las 12 mensualidades.
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