¿Qué es el Brexit y cómo afectaría a los españoles?

  1. ¿Qué es Brexit?

Brexit, es un acrónimo de esos que tanto les gustan a los anglosajones ávidos de ahorrar tiempo y espacio con el lenguaje. Así que, para abreviar la idea de que los británicos (British) querían salirse (Exit) de Europa, un columnista de The Economist tomó, en junio de 2012, el ejemplo del entonces generalizado Grexit (Grecia abandona Europa) para adaptarlo a su país, acuñando el término Brixit, que ha derivado en el actual Brexit.

Salida Unión Europea

  1. ¿Por qué todo el Brexit da tanto miedo?

La posibilidad de que Grecia, con un PIB que apenas alcanza el 2% de la zona euro, abandonara el club desató la tormenta perfecta en los mercados hace unos años. Se temía, entonces, un contagio a otros socios. Si entonces había desasosiego ante una ruptura de la UE cabe imaginarse cómo el miedo atenaza ahora a los inversores que tienen que valorar que sea uno de los miembros fundadores de la Unión Europea quien pretenda abandonar el grupo.

Además, el pasado 20 de febrero, el Brexit dejó de ser una posibilidad teórica, sobre la que detractores y defensores llevaban años debatiendo, para convertirse en una amenaza mucho más real. Ese día, el Primer Ministro británico David Cameron logró consensuar con Bruselas un nuevo marco de relaciones entre Reino Unido y Europa para poder presentarlo a sus conciudadanos y defender que apoyen la permanencia en la UE en el referéndum fijado para el 23 de junio de 2016. Horas después, el laureado alcalde de Londres, Boris Johnson, se posicionó en contra de ese acuerdo azuzando, aún más si cabe, el miedo a que Gran Bretaña salga de la Unión Europea y los estragos que esa decisión puede causar en ambos bandos

  1. ¿Que reivindican quienes apuestan por el Brexit?

Los británicos que quieren salir de la Unión Europea se quejan de la excesiva regulación procedente de Bruselas y de la escasa libertad que ésta deja a la soberanía británica. La actual crisis migratoria ha agudizado, por ejemplo, una tradicional demanda de control sobre las propias fronteras que se había difuminado tras el tratado de libre frontera de Schengen. También creen, entre otras cosas, que liberarse de la Unión Europea les permitirá establecer tratados de comercio bilaterales más provechosos para Gran Bretaña.

  1. ¿Y los que quieren permanecer en Reino Unido?

El tratado que David Cameron ha negociado con Bruselas demanda cuestiones de base como mantener la libra y no ser discriminado en la legislación financiera por ello o mayor libertad para ajustar su presupuesto. Por ejemplo, una rebaja de las ayudas que se prestan a los hijos de los trabajadores británicos que viven fuera de Reino Unido y que serán calculadas en función del nivel de vida del país de residencia del menor y no de Reino Unido como ocurría hasta ahora.

Además, quiere limitar los beneficios sociales de los que disfrutan los trabajadores británicos para aquellos emigrantes que lleven menos de cuatro años en Reino Unido. El documento consensuado por Cameron asegura, entre otras cosas, que Gran Bretaña tampoco contribuirá al salvamento de bancos europeos en quiebra y también demanda la implantación de la «Tarjeta Roja», que consiste en que los parlamentos nacionales tengan el poder de revocar leyes europeas si consiguen la mayoría adecuada.

  1. ¿Qué implica para el resto de países europeos?

Aquí las respuestas dependen mucho del enfoque político. Pero tratando de dejar la ideología aparcada, Gran Bretaña aporta cada año 1.000 millones de euros a las arcas europeas que desparecerán, según ha advertido, entre otros, Mathew Bessley, responsable de Renta Variable de Henderson. Aunque la cuenta no es tan fácil. Porque en ella no se refleja, por ejemplo, las prestaciones que recibe el país desde Bruselas por numerosas cuestiones y que compensarían esa cantidad.

La caída de PIB británico, que las estimaciones de AXA IM sitúan entre el 2% y el 7%, también tendía repercusión en las relaciones comerciales con sus actuales socios a ambos lados de la frontera. Si disminuye la demanda en Reino Unido, caerán las exportaciones y las empresas que comercian con ese país también tendrán menos pedidos. Según los datos de la Oficina Nacional de Estadística británica, el déficit comercial de Gran Bretaña con los países de la UE ha tocado máximos de 89.000 millones de libras en 2015. Eso significa que las compras de vinos franceses, coches alemanes, verduras españolas o ropa italiana superaron lo que Gran Bretaña consiguió vender a sus vecinos. Mientras que sus exportaciones a países de la UE cayeron un 8%.

6 ¿Cuándo tendría efecto el Brexit si los británicos lo aprueban?

Si los británicos aprobasen el Brexit el 23 de junio desatarían un proceso de al menos dos años. Habría que negociar cómo traspasar toda la legislación europea a las que serían las futuras leyes británicas.

Los efectos más directos para los españoles

Por eso, todas las posibles consecuencias que se están valorando ahora no solo están matizadas por el enfoque a favor o en contra de los analistas, también por el desconocimiento de cómo se desarrollarían esas negociaciones. Pero sumándonos a esos futuribles apuntamos aquellos que podrían estar más ligados a la actividad de los españoles.

1.- La depreciación de la libra. La caída del valor de la moneda británica es el primer efecto de la tensión que está generando el Brexit. Esto beneficiará a los españoles que quieran viajar a Gran Bretaña porque, en principio, abaratará su presupuesto. Pero perjudicará a las empresas que tengan como competidoras directas a alguna compañía británica ya que esa caída de la divisa les hace más competitivos.

2.-Nuevas fronteras, más burocracia. Una Gran Bretaña fuera de Europa no le va a quitar ni un ápice de glamour a las escapaditas a Londres, pero si la va a complicar. Lo que es seguro es que habrá que enarbolar el pasaporte y hacer colas en el aeropuerto en la fila de los ciudadanos internacionales y no de la Unión Europea. Habrá que ver si también pedirán visado o no.

3.- Los trabajadores, los más afectados. La necesidad de pasaporte y visado complicará mucho la vida a los trabajadores españoles actuales y futuros en ese país. Los españoles que trabajen en Gran Bretaña dejarán de ser trabajadores de la Unión Europea y deberán actualizar desde sus visados y toda la estrategia fiscal de sus ingresos a la legislación internacional. Los que aspiren a trabajar en territorio británico es probable que deban gestionar autorizaciones especiales, y como ya hemos comentado si consiguen ese puesto de trabajo deberán esperar, al menos cuatro años, para conseguir la plena incorporación en derechos.

4.- ¿Qué pasará con Gibraltar? Los llanitos también están llamados a la consulta el 23 de junio. Ellos tal vez sean los británicos que más se juegan en esta decisión. La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea pone en riesgo el acceso a su territorio. Según como se deriven las negociaciones la verja de la Línea de la Concepción podría volver a cerrarse con los estragos que eso conlleva para el transito diario de trabajadores a uno y otro lado de la frontera.

5.- Las familias mixtas también pueden verse afectadas. Las relaciones de familia británicas están ahora regidas por la normativa europea. Es la que afecta, por ejemplo, a las condiciones que rigen las relaciones entre una pareja divorciada para establecer la manutención de los hijos. Eso cambiaría si Reino Unido deja de ser miembro de la UE y debería volver a ser negociado de acuerdo con las leyes internacionales.

6.- Las empresas españolas con negocios en Gran Bretaña, una de cal y otra de arena. Los negocios españoles con actividad en Gran Bretaña pueden verse afectados por la caída del poder adquisitivo de los británicos. También porque se podría reducir la actividad. El Think Tank, Center for European Reform asegura que el comercio de las compañías británicas con la Unión Europea se podría reducir un 50% tras su salida del club de los 28. Pero la caída de la cotización de la libra rebajaría sus costes allí.

7.-Los negocios privados de la costa española también se pueden resentir. Los británicos llevan años utilizando España como destino no sólo de vacaciones, también como segunda residencia. Eso implica la compra de muchas viviendas, y también el alquiler de otras muchas y el desarrollo de muchos negocios de proximidad en torno a esta actividad. Éstos podrían resentirse ya que está por ver si, por ejemplo, los jubilados británicos podrán seguir cobrando sus pensiones sin problemas si no residen en Reino Unido como sucede ahora. De no ser así algunos podrían plantearse volver a su país de origen o reducir sus estancias y, por tanto, su consumo en España.

8.- El sistema financiero. El futuro de La City es uno de los puntos que más preocupa ante el futuro de Gran Bretaña. Casi cada Think Tank, casa de análisis o experto ha alertado de sus desastrosas consecuencias para británicos, europeos y el sistema financiero en general. Pero más allá de cómo pueda afectar a los inversores institucionales, la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea tendrá un impacto directo para las relaciones de los bancos con los clientes minoristas. Tanto los españoles como los británicos deberá revisar todos los protocolos con muchos de sus clientes que ahora mismo utilizan casi sin distinción un mismo banco en ambos países.

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