Son muchos los ERTEs que se están produciendo en estos días difíciles de la crisis sanitaria, y hemos oído hablar mucho de lo que significarán, y las opciones que tendrán los empleados que padezcan una de estas medidas empresariales y se queden temporalmente sin trabajo. Pero, concretamente, ¿qué debe hacer un trabajador cuando le comunican que su empresa hace un ERTE y cierra por un tiempo? Veámoslo.
Hay que aclarar que el ERTE lo debe solicitar la empresa, nunca un empleado. Y de hecho, éste debe esperar a que dicha petición de ERTE sea atendida y aceptada, momento en el cual la empresa informará al SEPE de cuál es la situación de los trabajadores afectados. A partir de aquí, el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) será quien tramite de oficio la prestación por paro desencadenada por un ERTE vinculado al coronavirus.
Quién pide el ERTE
Esto significa, en pocas palabras, que los trabajadores no tendrán que pedir la prestación por desempleo, sino que deberá ser la empresa quien comunique a las autoridades qué empleados están afectados por la medida. Eso sí, ante la duda, nunca está demás informarse llamando a la oficina de desempleo que le corresponda y comprobar que el trámite está en marcha y se corresponde a las expectativas del trabajador.
Lo que si debe tener claro el trabajador es cuáles son los motivos excepcionales que pueden llevar a su empresa a solicitar un Expediente Regulador de Empleo Temporal (ERTE). Son los siguientes: el cierre temporal de locales debido a la declaración del estado de alarma, la cancelación de actividades, la restricción a la movilidad de personas o mercancías, la falta de suministros que impidan continuar las operaciones de la empresa o el contagio y aislamiento de la plantilla. Es decir, situaciones extremas que obligan a las compañías a parar su funcionamiento.
Al finalizar el ERTE, todos los empleados deben ser readmitidos en su puesto de trabajo.
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