La primera respuesta que se nos viene a la mente cuando nos preguntan si estamos preparados para trabajar hasta los 70 años es: No. La reforma de las pensiones ha elevado el límite de la edad de jubilación casi hasta esa edad: 67 años. No será hasta 2027. Hasta entonces, el tránsito de 65 años a 67 será progresivo. Lo mismo sucede con el mínimo de años cotizados, que sube escalonadamente de 35 años a 38,5. Pero las voces que propugnan elevar esa edad aumentan.
España no es el único país que es favorable a la extensión de la vida laboral. En los últimos años, casi 20 países europeos han elevado la edad de jubilación de 60 a 65. Algunos han ido, como España, incluso más allá de 65 años y está servido en bandeja el debate de aumentar la edad de jubilación a los 70 años a partir de 2060. Es el caso de:
- Alemania,
- Irlanda,
- Reino Unido o
- la Comisión Europea.
La reforma de las pensiones fue un jarro de agua fría para los españoles cuando se aprobó en el Congreso en julio de 2011. Las presiones europeas para reformar el sistema quebraron el estereotipo del “retiro de oro” del español medio.
De hecho, un colectivo importante no ha asumido todavía que, posiblemente, tendrá que trabajar hasta los 70. Concretamente, lo que eso nos supone como:
- Ciudadanos
- Trabajadores y empleadores
- Consumidores.
Muchos españoles nunca tendrán que trabajar hasta los 70 años para percibir o completar la pensión por jubilación. Dependerá de los años cotizados. Quienes cumplan el mínimo de cotización (36,5 actualmente y 38,5 años, al final del periodo) podrán hacerlo a los 65 años. También será necesario, para mucho otros, complementar la pensión con otros ingresos en los primeros años de jubilación.
¿Cuánto tendremos que cotizar para cobrar la pensión?
Conocer nuestra situación con vistas a la jubilación es importante para asumir cómo debemos preparar nuestro futuro laboral y personal. Sumar años cotizados y combinarlos con el año de nacimiento será necesario para saber si nos convendrá trabajar hasta los 70. Desde la web de la Seguridad Social, podemos enterarnos de los requisitos necesarios.
Lo sí que debemos tener claro para encarar esa situación es que:
- Viviremos más tiempo que nuestros padres y abuelos.
- El escenario profesional será distinto.
- Las relaciones laborales cambiarán radicalmente.
El problema principal de la reforma de las pensiones, lo sufren los mayores de 45 años por varias razones:
- El cambio de expectativas en este colectivo ha venido de forma súbita. Muchos, incluso, ya tenían planes para jubilarse entre los 60 y 65 años.
- Son el colectivo al que se le ha variado la escala de cotización significativamente. Los más jóvenes ya empiezan a trabajar con el nuevo horizonte regulatorio.
- Son los que tienen menos plazo para reorientar sus planes de ahorro para la jubilación.
- Desconfían en encontrar una actividad que les genere ingresos y les permita seguir trabajando hasta los 70 años.
Trabajar hasta los 70 es posible
Muchos españoles ven imposible este escenario que los expertos ya califican de “vida laboral extendida”. “Nadie quiere a personas mayores en los centros de trabajo”, piensan. Pero lo cierto es que están equivocados. La evolución de la pirámide de población, no deja lugar a dudas: serán necesarias manos para que la economía funcione. Las de los más seniors, también. Otra cosa es que hará falta voluntad de espíritu para prolongar la vida laboral más allá de los 65 años. De la misma manera, será necesario optimizar los hábitos de consumo y los planes de ahorro.
Quienes ejerzan profesiones liberales (médicos, arquitectos, abogados, informáticos, economistas…) en principio no tendrían que superar prejuicios de barreras de edad para trabajar hasta los 70, aunque sea de forma “free lance”.
Quienes desarrollen un empleo por cuenta ajena, tendrán que estar dispuestos a abrir la puerta a encajar un trabajo distinto. Compensará cobrar menos por una actividad menos cualificada que la que desarrollan en la actualidad. De esta forma, pondrán completar:
- Los periodos de cotización necesarios,
- La pensión pública de jubilación.
Dentro de 10 años, quienes están hoy en día en la cuarentena se enfrentarán a esta casuística. El trabajo parcial, el teletrabajo o la colaboración externa se habrán convertido en vías habituales para terminar la carrera profesional.
Alinearse con el cliente
Las empresas también habrán cambiado su percepción de los “trabajadores senior”. Los departamentos de recursos humanos tendrán que aprender a gestionar el talento senior para ser competitivos vía:
- Experiencia,
- Madurez,
- Control emocional.
Los responsables de área tendrán que saber coordinar las tareas de hasta cuatro generaciones distintas de trabajadores. La Generación U (de Unretired en inglés: los que no se jubilan porque no quieren o porque no pueden) obligará a desarrollar nuevos modelos de empresa y a reformular trayectorias profesionales distintas que permitan trabajar hasta los 70 a quienes lo necesiten.
Son cambios que se avecinan en las compañías y que se irán asumiendo por la obligación de adaptarse a las exigencias del cliente. La edad media del público objetivo al que quieren dirigirse las compañías también habrá subido dentro de 10 años. Por ello, los seniors próximos a los 70 años serán necesarios en los equipos de las empresas.
Entre los directores de recursos humanos cundirá el convencimiento de que los requerimientos para contratar talento no vienen determinados por la edad, sino por el perfil y las competencias profesionales, que se desarrollan con la experiencia:
- Sentido práctico,
- Orientación a resultados,
- Capacidad de aprendizaje,
- Flexibilidad,
- Innovación y
- Orientación al cliente.
Trabajar hasta los 70 años, será, poco a poco, un reto habitual al común de los mortales. No obstante, también será objetivo de las empresas conservar el talento senior sin bajar la productividad de la compañía.
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