El 1 de mayo es el Día Internacional de los Trabajadores, también conocido como el Día del Trabajo, y se celebra en buena parte del mundo desde hace más de un siglo (desde 1889), por lo que ha convertido en la fiesta por antonomasia del movimiento obrero a nivel mundial. Y este año será especialmente reivindicativo, pues coincide con la segunda celebración desde que se desatara la pandemia, y los ánimos en el mercado laboral están muy caldeados, tanto por parte de la patronal como de los sindicatos. La crisis se agudiza y aunque parece abordar el tramo final, la situación de cientos de miles de trabajadores es ya insostenible.
Desde tres años después de la huelga del 1 de mayo de 1886 en Chicago, que acabó con un sangriento enfrentamiento entre la policía y los trabajadores convocados por los sindicatos para luchar por sus derechos laborales, en esta fecha se convoca una jornada reivindicativa que pretende garantizar las condiciones idóneas de las personas en su lugar de trabajo. Y por lo general en las últimas décadas estas reivindicaciones siempre tienen que ver con los horarios y las jornadas laborales, con los sueldos y con la igualdad de género en el mercado laboral. Pero en esta ocasión el escenario es muy diferente.
Reivindicaciones
La crisis se ha ido agudizando con el paso de los meses, y hace ya un año y medio que se inició la necesaria política de ertes para garantizar los ingresos de aquellos trabajadores afectados por los cierres obligatorios de negocios por la pandemia. Durante este proceso, el Gobierno ha ido negociando las diferentes medidas con patronales y sindicatos, pero muchas de ellas no han llegado a cristalizar o a al menos no en su totalidad, y ésta es la principal reivindicación de este año: “Ahora toca cumplir”.
Y ¿cuáles son esas promesas pendientes? Pues según los sindicatos convocantes, las reivindicaciones esenciales son la derogación de las reformas laborales, la derogación de la reforma de pensiones de 2013, la revalorización del Salario Mínimo Interprofesional para 2021, y la recuperación de los servicios públicos.
El Día del Trabajo es festivo en España desde 1978, y por lo general se convierte en uno de los puentes vacacionales más esperados por la ciudadanía. No obstante, este año el calendario laboral no da lugar a que se celebre el puente de mayo. Otros años, si este día cae en lunes o viernes se enlazan tres días junto al fin de semana e incluso cuando es martes o jueves algunos trabajadores unen un puente de cuatro días junto al sábado y domingo. Este año, al ser en sábado, únicamente serán dos días, sábado y domingo.
Madrid será la única Comunidad que sí celebre el puente, pues el 2 de mayo también es fiesta por la celebración del levantamiento del 2 de mayo de 1808 contra los franceses, y al caer en domingo, el gobierno regional ha pasado el festivo al lunes.
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