El precio de la cesta de la compra está por las nubes, pero comer no es una opción, sino una necesidad. Así que tendremos que buscar alternativas a nuestro presupuesto. Y una de las mejores pasa por prescindir de los criterios estéticos, pues los alimentos “feos” son más baratos e igual de buenos.
Una de nuestras asignaturas pendientes como sociedad es disminuir el volumen de alimentos desperdiciados, que sigue siendo enorme anualmente en España. Y para combatir dicho derroche de alimentos ha legislado el Gobierno, que entre otras cosas exigirá a los supermercados la habilitación de zonas para comercializar los “alimentos feos”, que no por presentar peor aspecto o estar golpeados dejan de ser aptos para el consumo ni pierden ninguna de sus cualidades nutritivas.
Eso sí, esos alimentos, ya sean frutas, verduras u hortalizas, o productos envasados que presenten golpes o defectos, se venderán más baratos, para que resulten atractivos para el consumidor y no acaben desechados o llegue su fecha de caducidad ignorados en sus expositores. Un desperdicio que tiene, además, otra consecuencia negativa, pues implica tirar recursos naturales, emitir gases contaminantes, así como basura, y desde el punto de vista de responsabilidad social no es algo ético.
Información obligatoria
Los comercios, además de hacer ofertas con estos productos para darles salida, deberán explicar al consumidor el motivo por el que esos productos están promocionados y rebajados.
De este modo, según datos ministeriales, se evitará que muchos productos, pese a su óptima calidad alimenticia, pasen a engrosar los más de 1,3 millones de toneladas de comida que cada año acaban en España en la basura (31,3 kilos por español).
Además de por el aspecto, los comercios también ofertarán a buen precio aquellos productos que tengan próxima su fecha de caducidad o de consumo preferente, aunque no por ello hayan perdido ninguna de sus cualidades alimenticias.
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