Lamentablemente se convertirán en las siglas más (im)populares de las próximas semanas y meses en España. Nos referimos a los ERTE: Expedientes de Regulación Temporal de Empleo. Veamos en qué consiste y cómo afectará a los trabajadores que se vean inmersos en uno de estos trámites de regulación de empleo.
Un ERTE es una herramienta de regulación de empleo contemplada en el Estatuto de los Trabajadores mediante la cual una empresa suspende los contratos de todos sus empleados o de parte de ellos durante un periodo limitado. El objetivo es llevar a cabo un ajuste de los costes laborales a través de un procedimiento colectivo.
Durante ese tiempo, de una duración inconcreta marcada por las circunstancias que la motivan, los trabajadores se van al paro y cobran la prestación que les corresponde. Una vez finaliza ese tiempo, los trabajadores vuelven a sus puestos de trabajo. Y en ningún caso este periodo de suspensión de la relación laboral puede traducirse en un despido.
Esta opción puede también traducirse en una reducción de la jornada de algunos de los trabajadores y no en la suspensión de la jornada laboral completa. Siempre de mutuo acuerdo entre la empresa y los empleados afectados.
Una de las medidas adoptadas por el Gobierno de España por vía de urgencia, y que afectan a la declaración de los ERTE por parte de las empresas, es que dada la causa mayor que los provoca, éstos se resolverán en un plazo máximo de siete días. Ya los han bautizado como ERTE exprés.
Se considerarán de fuerza mayor todos los ERTE que tengan «causa directa» en la pérdida de negocio por las medidas puestas en marcha por el Gobierno, por contagio de la plantilla o por medidas de aislamiento preventivo.
Opciones y ayudas a los trabajadores afectados
El Gobierno ha articulado también en su pack de medidas para combatir el coronavirus las diferentes opciones de que dispondrán los trabajadores afectados por los ERTEs.
En primer lugar, todas las personas trabajadoras afectadas tendrán derecho a percibir la prestación contributiva por desempleo, incluso aunque carezcan del período de ocupación cotizada mínimo necesario para ello. Además, el tiempo consumido de paro en dichas circunstancias no contará como gastado en el historia laboral del trabajador.
Otra noticia importante de cara a mitigar el impacto económico de la crisis del coronavirus en la ciudadanía es la moratoria de las hipotecas que el Gobierno le impondrá a la banca. La idea es que las familias que no puedan hacer frente a la cuota mensual de su hipoteca por la disminución de sus ingresos a raíz de la crisis sanitaria, pueda ver aplazado el pago sin que ello provoque perjuicio alguno en su economía doméstica. Y por supuesto, fuera cual fuere la duración de esta medida, se descarta la posibilidad de desahucio alguno durante este proceso de crisis.
Desde Domestica Tu Economía seguiremos informando de la actualidad generada en materia económica y de consumo por la crisis del coronavirus.
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