Microcréditos sin avales para “Start Up” y jóvenes empresarios

Eres joven empresario y estás buscando a alguien que crea en tu negocio y aporte parte de los fondos del capital que necesitas para arrancar tu empresa. En principio parece una “misión imposible” dada la fuerte contracción de crédito que se han visto obligadas a realizar las entidades financieras en nuestro país. Ya nadie niega que, hoy en día, para crear una pequeña empresa (pyme) hace falta algo más que una buena idea: es vital encontrar financiación.

Microcréditos sin avales para “Start Up” y jóvenes empresarios

Esto no es nuevo, sin embargo, cada vez resulta más difícil para arrancar una pyme (“Start Up”, como se la denomina habitualmente en inglés) acceder a un préstamo con el que poner en marcha nuestro negocio o darle el impulso financiero que necesita después de los dos primeros años de andadura. Los jóvenes emprendedores que tienen en mente poner en marcha una empresa dedican en la actualidad un importante porcentaje de sus esfuerzos a buscar y exponer sus planes de negocio a los posibles financiadores sin obtener respuestas positivas.

Hasta hace unos años, las cajas de ahorros y los bancos, en muchas ocasiones en colaboración con las cámaras de comercio, han sido las principales fuentes de financiación de estas pequeñas y medianas empresas. No obstante, esos programas se han ido estrechando tras el estallido de la crisis financiera, hasta el punto, de que el Instituto de Crédito Oficial (ICO) tuvo que lanzar hace año y medio una línea especial de financiación para las empresas.

Objetivo: financiarse sin perder el control de la compañía

En la práctica, sin embargo, estas líneas del ICO han sido sólo accesibles para las grandes sociedades o no han resultado lo suficientemente ágiles o adecuadas para cubrir las necesidades de las pymes. Aunque los fines sociales del ICO no discriminan en tamaño, lo cierto es que que las asociaciones de jóvenes empresarios se quejan de las dificultades que han encontrado cuando se han dirigido a la ventanilla de una caja o un banco (en muchas ocasiones la misma que le ha denegado en primera estancia la financiación) para gestionar un préstamo de la línea de crédito del ICO. Si la entidad en la que tienes la cuenta no te abre el expediente de solicitud, conseguir un préstamo del ICO en otra entidad de la que no eres cliente es prácticamente ilusorio, coinciden en afirmar los jóvenes empresarios.

En la actualidad, los emprendedores que quieran montar una empresa tienen pocas alternativas para conseguir financiación. No se trata de grandes cantidades las que generalmente necesita un joven empresario al principio de su singladura. De hecho en el argot del sector se les llama “microcréditos empresariales” y los importes rondan entre los 60.000 y 80.000 euros para atender la compra de activos fijos y el pago del circulante necesario para mantener la actividad del negocio en los primeros meses de andadura.

Prácticamente, la Empresa Nacional de Innovación (Enisa), a través de instituciones locales, las asociaciones de empresarios, las cámaras de comercio y organismos autonómicos como Madrid Emprende, es el único recurso a los que se puede dirigir un emprendedor si no encuentra respuesta en los canales financieros tradicionales y no quiere abrir su capital a una firma de capital riesgo.

La solvencia profesional y la solidez del proyecto es el único aval de la “Start Up”

“La alternativa de financiar un proyecto empresarial con un fondo de capital riesgo implica generalmente compartir el accionariado con este fondo y, generalmente, ceder la mayoría de los derechos de voto, con la consiguiente pérdida de poder de decisión”, explica Thierry Casillas, director de Cursos de Creación y Consolidación de Pymes de la Escuela de Organización Industrial (EOI).

Los préstamos de Enisa son instrumentos de financiación que aportan a las “Start Up” recursos a largo plazo sin interferir en su gestión, con unos tipos de interés vinculados a la evolución de los resultados de la misma. Entre los atractivos que ofrecen es que no exigen más avales que las garantías del propio proyecto empresarial y la solvencia profesional de su equipo gestor. Las asociaciones de jóvenes empresarios, la Asociación Española de Business Angels, las Agencias de desarrollo regional, los CEEI´s y los Parques tecnológicos, miembros de APTE, colaboran con Enisa en la tramitación de esas líneas y las que guían al emprendedor a presentar el proyecto y la documentación necesaria para obtener el crédito.

Las últimas líneas fueron aprobadas en el Consejo de Ministros del pasado 3 de agosto y suponen un total de 96 millones de euros de los que podrán beneficiarse unos 750 proyectos empresariales. Para poder acceder a estos “microcréditos para emprendedores” es necesario aportar entre un 15% y un 25% del capital solicitado y que el proyecto sea innovador y tecnológico. Esto, en principio, puede aparecer ante el joven empresario como una barrera… Pero, ¿qué proyecto empresarial hoy en día no nace con un fuerte componente tecnológico?

Antonio de Miguel
Periodista y blogger financiero
Puedes seguirlo en Twitter en @AntoniodeMiguel

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