Reducir la pobreza es hoy uno de los mayores retos de la humanidad. Más de 700 millones de personas subsisten en el mundo con ingresos extremadamente bajos. Y a solucionar tan dramática circunstancia han dedicado sus esfuerzos científicos, siempre desde la experimentación de campo, los tres galardonados con el Premio Nobel de Economía 2019: Abhijit Banerjee (Bombay, 1961), Esther Duflo (París, 1972) y Michael Kremer (EE UU, 1964).
Según el comité del Banco Nacional de Suecia que otorga el premio, los resultados de la investigación de los tres economistas han mejorado drásticamente la capacidad para combatir la pobreza en la práctica. Y así lo han demostrado con la implementación de proyectos concretos de educación infantil y cobertura sanitaria en determinados países, que han propiciado mejoras notables en su población más desfavorecida.
Experimentar sobre el terreno
Un ejemplo de esos experimentos prácticos aplicados en zonas de pobreza extrema son los programas efectivos de tutorías en las escuelas, con los que han demostrado que el seguimiento y asesoramiento de los niños ayuda a combatir el absentismo escolar mucho más que las ayudas económicas directas a las familias o a los centros. Del mismo modo, los subsidios para la atención médica preventiva también propician resultados muy positivos en materia de absentismo escolar, además del laboral, que incide directamente en los focos de pobreza. Ampliar el acceso al agua potable, por ejemplo, tiene una enorme incidencia en el desarrollo económico de una comunidad.
El Nobel de Economía es el último de los premios que se entrega cada año, y el único que no falla directamente la Academia sueca de Ciencias. Fue creado en 1968, oficialmente como «premio del Banco de Suecia en ciencias económicas en memoria de Alfred Nobel», para celebrar los 300 años de historia de la institución.
El galardón tiene una dotación económica de nueve millones de coronas suecas (831.000 euros), que los premiados se repartirán a partes iguales.
Leave a Reply