No tengo ninguna estadística o estudio previo al respecto. Espero que esta vez se me permita introducir este post sobre alquiler de coches con un hecho concreto. Está basado en mi experiencia personal y los continuos comentarios al respecto de amigos, familiares, conocidos, desconocidos a los que escucho por la calle, entrevistados de la TV y, en general a toda persona que he tenido el placer de escuchar en los últimos dos meses: “Tenemos ganas de vacaciones”.
Y las vacaciones, como no podía ser de otra manera, incluyen actividades y consumos diferentes a los del resto del año. Uno de estos gastos no habituales es el alquiler de coches, muy relacionado con los paquetes de viajes que suelen acompañar estas fechas. Cuando decidimos ir a determinado destino y “alquilar allí un coche para tener más libertad”, hay unos cuantos aspectos que tendremos que tener siempre en cuenta: Elegir bien la empresa de alquiler de vehículos (no solamente coches, también furgonetas, motos, etc.) supone conocer y comparar las condiciones del contrato, los posibles sobrecostes, opciones de alquiler y modalidad de pago.
El primer requisito: contrato de alquiler de automóvil
El primer consejo, como casi siempre, es contar con un contrato por escrito que recoja todas las condiciones en las que alquilamos el automóvil, y en el que, como mínimo, deberá hacer constar:
- Denominación social de la empresa de alquiler (incluyendo dirección, número de autorización como empresa de alquiler, NIF, etc.);
- Tipo de vehículo a alquilar (a ser posible incluyendo la marca, el modelo y la matrícula del mismo);
- Duración del alquiler; limitaciones en función de kilometraje o uso;
- Lugar, fecha y horario de apertura del establecimiento donde se hará la entrega y devolución (que no tiene por qué ser el mismo).
- En caso de que contratemos online, debemos guardar copia de las condiciones de contratación generales y de las particulares que hayamos escogido para nuestro vehículo, como prueba para el futuro.
Parte esencial de este contrato serán los conductores autorizados y el seguro y alcance del mismo. Hemos de tener en cuenta que puede que el seguro asociado al contrato de alquiler de automóvil no incluya determinados sucesos, y que es más que probable que limite la responsabilidad, incluya franquicias y no permita más conductores de los específicamente estipulados. Es por ello que si tenemos pensado compartir las horas al volante, mejor dejemos por escrito que habrá más de un conductor, sus datos identificativos y el precio de esta opción.
Obligaciones de entrega del vehículo alquilado
Además, hay que tener en cuenta que numerosas empresas de transporte incluyen cláusulas que difícilmente pueden ser aceptadas como válidas, y que en la práctica son consideradas abusivas por los tribunales. Una de las más frecuentes, y que se debe tratar de evitar, es la que se refiere a la obligación de devolver el depósito vacío. Esta obligación viene acompañada del cargo que se realiza en el precio por entregar el coche lleno de combustible al conductor. Es decir, te cobran por entregarte el coche con el depósito lleno pero se quedan con todo el excedente que quede en el depósito cuando finalices el contrato de alquiler del automóvil. Como es lógico, es realmente complicado devolver el depósito vacío (literalmente, deberías ir empujando el coche los últimos metros para ello, y tener el control de gasto de combustible de un director de equipo de F1).
Lo ideal es que la empresa no cobre por el llenado del depósito y solicite en el contrato de alquiler que se devuelva en las mismas condiciones que se entrega (lo cual es más fácil, ya que si lo entregan lleno basta con llenar el depósito en la gasolinera más cercana al punto de entrega).
También debemos tener mucho cuidado con las cláusulas de los contratos de alquiler de coches que permitan a la empresa revisar el vehículo, después de entregado, sin nuestra presencia, y solicitar pagos en base a posibles rasguños, aspectos de limpieza o cualquier otro motivo o desperfecto en el vehículo. Al realizarse sin estar presente el consumidor, para este es muy complicado comprobar la veracidad de lo solicitado por la empresa de alquiler, que además suele cargar este coste en la tarjeta de crédito directamente y sin previo aviso. Esta práctica supone un coste extra al precio originalmente pactado.
Precauciones con el pago con tarjeta
Esto nos lleva a comentar la obligación de realizar el pago mediante tarjeta de crédito que imponen ciertas empresas, precisamente para poder realizar estos cargos posteriormente. Si vemos que algún cargo no se corresponde con la realidad (rasguños inexistentes, por ejemplo) podemos solicitar al banco que devuelva lo cobrado en exceso, e interponer la correspondiente queja ante consumo. Por supuesto, nunca deberemos dejar nuestra tarjeta de crédito como señal en la sucursal de alquiler, y en caso de que sea posible, es recomendable que la tarjeta usada sea de débito, para evitar cargos futuros.
En este sentido, conviene recordar que también en algunos casos se estipulan sobrecostes si se entrega el coche fuera de determinados horarios, por lo que deberemos revisar muy bien estas limitaciones para evitar sustos antes de firmar el contrato de alquiler del coche.
Una buena práctica a la hora de asegurarnos de que no aparezcan sorpresas es recurrir al móvil o la cámara de fotos (sempiternos acompañantes en las vacaciones), y recoger fotografías o vídeos del estado del vehículo al recogerlo y entregarlo. De este modo podremos tener prueba de si, efectivamente, existen o no rasguños, desperfectos o cualquier problema relacionado con la limpieza o mantenimiento del vehículo por el que nos quieran cobrar algún importe extra.
Poder disfrutar de unos días con libertad de movimiento en nuestro destino de vacaciones siempre es una opción para tener en cuenta. Sin embargo, como hemos visto, tiene que ser fruto de una decisión meditada y consciente de todos los detalles y elementos que conlleva el alquiler de coches. Con un poco de tiempo (que merece la pena tomarse para elegir vehículo y empresa de alquiler), seguro que estas vacaciones, con perdón del chiste malo, van sobre ruedas.