Cada vez son más las ciudades en las que los taxis tendrán la obligación de llevar datáfono para facilitar a los clientes el pago electrónico con tarjeta bancaria. Este servicio, que está ya muy extendido en Europa, será obligatorio a partir del próximo 1 de enero en ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga, y poco a poco va instaurándose en otras muchas localidades.
En Madrid, esta opción se incluyó ya en una ordenanza municipal de 2012, que marcaba el plazo máximo de adaptación por parte de la flota de taxis en el pasado día 14 de diciembre, por lo que la obligatoriedad ya ha entrado en vigor. En Barcelona, lo ha hecho este 1 de enero, según exige el Reglamento del Taxi del Área Metropolitana de Barcelona.
Con estas medidas se pretende modernizar el servicio de taxi y adecuarlos a una demanda cada vez mayor por parte de los usuarios, sobretodo en el caso de los turistas.
Los vehículos deberán estar todos dotados de lectores de pago con tarjeta bancaria y/o, en su defecto, el equivalente al pago con el móvil.
Comodidad, agilidad y seguridad
Tres son las consecuencias directas de esta iniciativa que mejorará el servicio público del taxi. En primer lugar la comodidad para el cliente, que no deberá estar pendiente de llevar o no dinero en metálico. Además evitará los habituales conflictos del cambio, cuando algún usuario pretende pagar alguna carrera con billetes grandes.
En la misma línea, también beneficiará la agilidad de las transacciones, que a veces afectan al tráfico en las ciudades más transitadas y en según qué zonas. Con los sistemas de lector de chip, el pago es rápido e inmediato solo con acercar la tarjeta al datáfono. Ya no es necesario ni siquiera introducir el número PIN.
Y por último, estas medidas favorecerán la seguridad de los profesionales del taxi, ya que no se verán obligados a llevar encima tanto dinero en efectivo.
Los conductores que, sin causa justificada, denieguen a un cliente el pago con dinero electrónico se expondrán a una sanción. No obstante, en los reglamentos se contempla un tiempo de margen para que los taxistas puedan llevar a arreglar el aparato en caso de avería.
Eso sí, en los casos en que el taxi no lleve el datáfono, aunque justifique sus motivos, tendrá la obligación de llevar al cliente hasta el cajero más cercano, sin cargo alguno por el desplazamiento, para que éste pueda extraer dinero y efectuar el correspondiente pago en metálico.
Por otra parte, y en previsión de la correcta implantación de la medida, todas las altas de vehículos nuevos o de segunda mano en el servicio de taxi, así como la transmisión de licencias metropolitanas, estarán condicionadas ya a la incorporación del lector de pago con tarjeta bancaria.
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