Tapas y menús para tiempos de crisis

La crisis ha hecho que el sector hostelero intente reducir la importante caída de ingresos y clientes que han experimentado en los últimos años con propuestas de tapas y menús imaginativos. Las soluciones pasan por adaptar la oferta a las necesidades actuales.

La recesión económica ha cambiado nuestros hábitos de consumo y ocio y uno de los sectores que más lo ha notado ha sido el de la restauración, consecuencia del alto nivel de desempleo, la inseguridad en el trabajo, el menor consumo de las familias y la subida del IVA.

En 2012 había en España 73.000 restaurantes y casi 200.000 locales de bebidas. El informe de la consultora DBK, ‘El mercado de hostelería y colectividades’, revela una disminución de clientes y del gasto medio el pasado año dentro de este segmento, lo que ha supuesto un descenso del 7,5 por ciento en el volumen de negocio de los restaurantes españoles, que facturaron 15.080 millones de euros.

Tapas y menús imaginativos

El low cost se impone

Los hosteleros apuestan por adaptarse a la situación actual de disminución de consumo de ocio de los españoles. Esto les ha obligado a bajar precios y reducir sus márgenes de beneficio para mantener la clientela y, si es posible, aumentarla.

También ha surgido un nuevo concepto aplicado a la restauración, el low cost, que ofrece tapas y menús más baratos para hacerlos más asequibles a los bolsillos de los ciudadanos. Se siguen ofreciendo menús completos (primer plato, segundo plato y postre) a un precio más reducido y también menús en los que se ofrece un único plato más el postre, también a un precio más barato. Este tipo de formatos son los que se están abriendo camino en el mercado español.

Bajo la denominación de low cost se anuncian diversos locales en Internet. Es el caso del Dostrece en Barcelona, con un menú por 10,50 euros (primero, segundo, postre y bebida), o el Restaurante Mundial en Mataró, por 10 euros (entrantes, primero, segundo, postre, bebidas y café).

El low cost también ha llegado al sector de las tapas y cañas. Así, se pueden encontrar cubos, (como así se denominan estos packs), de cinco botellines de cerveza por tres euros, tabla de diez montaditos por cinco, o caña y tapa por dos, entre otras propuestas.

Fue en 2008 cuando Restalia, a través de la cadena 100 Montaditos, inició la campaña ‘Euromanía’ en la que rebajaba drásticamente los miércoles el precio de su carta, con jarras de cerveza y minibocadillos a un euro. Tal fue el éxito que se amplió a los domingos. Y más tarde hicieron lo mismo con Jarramanía, con la mayoría de sus productos también al precio de un euro.

El ejemplo fue seguido por otros restauradores como Autogrill, un grupo de restauración que centra su target en los viajeros, que apostó por ofrecer el cubo botellines de cerveza acompañado de una tabla de montaditos en sus espacios, a través de la iniciativa ‘La Barrila’.

Gastrobares

La alta gastronomía también se ha sumado al low cost. Así, prestigiosos cocineros como Paco Roncero (Estado Puro en Madrid), Quique Dacosta (Mercatbar en Valencia), Sergi Arola (Vi Cool en Madrid y Roses), o Francis Paniego (Echaurren, Ezcaray, en La Rioja) han apostado por los denominados gastrobares, una fórmula a medio camino entre restaurante y bar que les permite seguir afrontando los costes de sus restaurantes con estrellas Michelín.

Los gastrobares son la nueva tendencia creados para acercar sus platos de alto standing a todos los bolsillos. Se trata de establecimientos que apuestan por la calidad en sus productos y con un precio medio entre 20 y 50 euros, según el local y el tipo de comida.

El precursor fue Albert Adrià, hermano de Ferrán, que en 2006 abrió Inopia en Barcelona, con el que inició una nueva vía para el negocio hostelero que, desde entonces, ha multiplicado el número de este tipo de locales, especialmente en Madrid y Barcelona.

Comida rápida

El estudio de la consultora DBK también resalta que los establecimientos de comida rápida han experimentado una subida en 2012. Este tipo de locales se han convertido en una opción muy económica en época de crisis y una alternativa a los tradicionales restaurantes.

Las grandes cadenas multinacionales como Burger King y McDonald’s están creciendo de forma considerable, ofertando menús a precios atrayentes, por ejemplo un McMenú a 4,90 euros en McDonald’s y en el caso de Burger King ofreciendo un ahorro de más de 60 euros utilizando sus cupones de descuentos, para fidelizar clientes. Y junto a ellos, Telepizza, un clásico en este sector, que también está lanzando campañas en las que ofrece más unidades por menos dinero.

España es el país en el que crece de manera significativa el gasto por persona en comida rápida (en 2009 y 2010 casi un 5 por ciento.), siendo la media de gasto por comunidad autónoma de 53 millones de euros. Encabezan el ranking Cataluña, Andalucía y Madrid.

A domicilio

Otra de las opciones en auge es la comida a domicilio. Una nueva puerta a la captación de clientes que ya muchos locales explotan a través de sus webs. Una solución sobre todo para los pequeños restaurantes, que han encontrado en este servicio una posibilidad de subsistir en este período de crisis y hacer frente a la feroz competencia de las cadenas de comida rápida y los grandes establecimientos hosteleros. Así, se benefician del cambio de hábitos de los ciudadanos, que cada vez  más se quedan en casa.

Los descuentos o ‘cuponing’, ofertados en sus páginas de internet, les permite llegar a muchos posibles clientes y de forma gratuita, ofreciendo menús atractivos y económicos, especialmente en días laborales, en los que llenar el negocio es más complicado. En este sentido surgen empresas como Just Eat , Sin delantal, La nevera roja o Menu diet, entre otras.

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