Este año 2018 el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo (28 de abril) y el Día Mundial contra el Trabajo Infantil (12 de junio) se unen en una campaña conjunta para mejorar la seguridad y la salud de los trabajadores jóvenes y poner fin al trabajo infantil.
Una iniciativa que pretende de este modo, uniendo fuerzas, ser más relevante a nivel mediático y, por lo tanto, más eficaz en cuanto a la consecución de sus objetivos. Y así, la campaña pretende acelerar la acción para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 8.
Más concretamente, la meta perseguida en el punto 8.8, que consiste en promover entornos de trabajo seguros para todos los trabajadores para 2030. Igualmente, la meta 8.7, que exige el fin de todas las formas de trabajo infantil para 2025.
A fin de lograr estos objetivos en beneficio de la futura generación se exige la eliminación del trabajo infantil y la promoción de una cultura de prevención en materia de seguridad y salud en el trabajo, de modo que el entorno laboral sea justo y apropiado, y no se convierta en un terreno de siniestralidad elevada como lo es ahora en muchos casos.
Los 541 millones de personas jóvenes trabajadoras de 15 a 24 años (entre las cuales se cuentan 37 millones de niños y niñas en situación de trabajo infantil peligroso) representan más del 15 por ciento de la fuerza laboral mundial y sufren hasta un 40 por ciento más de lesiones ocupacionales no mortales que los trabajadores adultos de más de 25 años.
Factores de riesgo a mejorar en el trabajo
Algunas de las metas que se reivindican en esta efeméride son la mejora de los factores de riesgo. Muchos de ellos pueden aumentar la vulnerabilidad de las personas jóvenes a los riesgos en el trabajo, como su etapa de desarrollo físico y psicológico, la falta de experiencia laboral y de capacitación, la limitada conciencia de los peligros relacionados con el trabajo y la falta de poder de negociación que puede llevar a los trabajadores jóvenes a aceptar tareas peligrosas o malas condiciones de trabajo.
La campaña del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo de 2018 destaca la vital importancia de abordar estos desafíos y mejorar la seguridad y la salud de los trabajadores jóvenes, no solo para promover el empleo juvenil decente, sino también para vincular estos esfuerzos en la lucha contra el trabajo infantil peligroso y todas las otras formas de trabajo infantil.
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