Por primera vez en una década, desde la crisis llamada del ladrillo, los precios de los alquileres se han abaratado en la mayoría de las ciudades españolas, y parece que mantendrán la tendencia a la baja en los próximos meses.
La pandemia ha provocado una caída considerable en el sector inmobiliario y, según varios estudios, en el primer semestre del año el metro cuadrado de las viviendas usadas ha disminuido su valor en un 4,94%, que es más del doble de lo que había bajado a finales de 2019.
Barcelona es la que más ha rebajado sus precios en los alquileres, según un estudio de Fotocasa, y de este modo ha hecho que Madrid se convierta en la ciudad más cara de España.
Por ciudades, la caída porcentual de los precios de alquiler se cifraría así: Barcelona (-3,1%), Sevilla y Palma (-3% en ambos casos), Valencia (-2,6%), Málaga (-1,8%), Madrid (-1,7%), San Sebastián (-0,8%), Zaragoza (-0,6%) o Vitoria (-0,4%).
Oferta y demanda
La crisis del coronavirus ha provocado cambios rotundos en la oferta y la demanda, y éstos son los que han provocado la caída en los precios, pues son muchas las personas/inquilinos que no pueden pagar las rentas que se pagaban hasta ahora. Además, durante el confinamiento el mercado ha estado parado y se han acumulado muchas viviendas, que antes se alquilaban en horas. Ahora, al haber más oferta, se incrementan las negociaciones, la gente compara más, tiene más opciones, y la rebaja de precios es uno de los recursos necesarios para sacar producto.
En este sentido, han ganado peso en la demanda las viviendas con alquileres en la franja entre 600 y 800 euros, que suponen el 49,7% de los nuevos contratos, según el portal inmobiliario, mientras que se reducen los alquileres de 800 a 1.000 euros del 41,5% al 32,4%, lo que indicaría que se están haciendo rebajas y que la tendencia es la de consolidar el reajuste del mercado a la baja.
Otro de los efectos que deja la pandemia es la retirada de pequeños inversores que compran vivienda para alquilar o como valor refugio. Probablemente porque la economía en general se ha retraído, y porque en las actuales circunstancias se han intensificado los controles de precios en el mercado, lo cual dificulta la especulación y los excesos.
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