Guía europea de nuestros derechos de pago electrónico como consumidores
La Unión Europea debe velar por los intereses de sus países miembros y, por lo tanto, de todos sus ciudadanos, que a la vez son consumidores y potenciales clientes de comercios o servicios de todo el territorio europeo. Y por ello la Comisión Europea en materia de Comercio ha publicado una guía sobre los derechos del consumidor al realizar sus pagos electrónicos en Europa.
El primero de estos derechos garantizados es que cualquier ciudadano de la UE puede realizar pagos en toda Europa con la misma facilidad y seguridad que en su país de origen. Los países incluidos son todos los miembros de la UE, más Islandia, Noruega y Liechtenstein. Además, ningún comerciante puede cobrarle gastos adicionales si paga con una tarjeta emitida en uno de esos estados.
Cuenta de pago
Las normas de seguridad e igualdad de derechos se refieren a todo tipo de pagos electrónicos, ya sean transferencias, domiciliaciones, pagos con tarjeta, o cualquier otra modalidad legal. Y para que ello sea posible, es necesario garantizar que toda persona que resida legalmente en Europa tiene derecho a una cuenta bancaria para realizar pagos electrónicos («cuenta de pago»). Y además, ésta debe obtenerse gratuitamente o a un coste razonable.
Estas cuentas de pago permiten a su titular disponer de una tarjeta de débito, retirar efectivo, depositar fondos en custodia y efectuar o recibir pagos. Además, una vez se tenga una cuenta en euros, el titular podrá realizar todos sus pagos en cualquier lugar de Europa.
Hay que señalar también, que las normas europeas garantizan que los pagos transfronterizos en euros le costarán lo mismo que los pagos nacionales en euros.
En lo referente a los cajeros automáticos, la retirada de efectivo en euros fuera de la red de cajeros de su banco, debería costarle lo mismo en otro Estado miembro que en su propio país.
Tal y como ocurre en España, cuando no se conoce de antemano el importe final de un pago con tarjeta (por ejemplo, gastos de alquiler de coches o de hotel), el establecimiento solo podrá bloquear el importe acordado en su tarjeta con su consentimiento. Cualquier otro sistema puede ser rechazado por el cliente.