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Diferencias entre impuestos, contribuciones y tasas

Hacienda somos todos. Este eslogan de los años 70 representa muy bien lo que significa pagar impuestos. Y es que todos debemos tributar para que el país tenga los recursos económicos necesarios para poder garantizar el bienestar de los ciudadanos a través de los servicios sociales. Pero hay distintas formas de tributación. Veamos cuáles son las diferencias entre impuestos, contribuciones y tasas. 

Diferencias entre impuestos, contribuciones y tasas

El Estado financia el gasto público y otros fines de interés general a través de los recursos que exige a las economías privadas utilizando su potestad tributaria. Y lo hace de diferentes maneras. Las vías recaudatorias de que dispone Hacienda son los impuestos, las contribuciones y las tasas.  Vamos a ver en qué se diferencian.

Los impuestos

Los impuestos son las cantidades económicas (se pagan en dinero) que ingresa el Estado por ley y en función de la renta, el consumo y el patrimonio del contribuyente, sin proporcionarle contraprestación directa alguna en el momento del pago. Es simplemente una obligación tributaria de todos los ciudadanos.  La declaración de la Renta es el procedimiento para el pago de impuestos de los ciudadanos, pero no el único. El IVA (Impuesto sobre el Valor Añadido), por ejemplo, sería otro de estos tributos destinados a generar fondos para las arcas del Estado.

Las contribuciones

Son tributos cuya obligación se deriva de la obtención de beneficios especiales individualizados derivados de las inversiones del Estado en obras públicas, prestaciones sociales, salud y otras actividades. Con estas acciones públicas se produce un aumento de valor de la propiedad del contribuyente, y es a cambio de ello que el Estado exige el pago de la contribución. Un ejemplo de contribución sería el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI).

Esta relación entre el pago de la contribución y una contraprestación obtenida por el ciudadano que se ve beneficiado en su patrimonio es la principal diferencia que hay entre contribución e impuestos. De hecho, los ingresos recaudados por el Estado mediante el cobro de las contribuciones han de dedicarse a sufragar los gastos de la obra que los ha generado.

Las tasas

La Tasa es un tributo que se caracteriza porque la actividad asumida por el Estado o la administración competente, y que genera la obligación tributaria del contribuyente, afecta o beneficia especialmente a determinados sujetos.

En este caso, la cuantía de la tasa no depende de la renta del afectado, sino que se relaciona con el coste del servicio o con la valoración del beneficio que se obtiene por la cesión del aprovechamiento especial del patrimonio o las inversiones públicas. Es decir, depende de  la prestación de servicios por parte del Estado o las instituciones públicas, y del provecho individualizado del ciudadano.  Las tasas de Incineración de residuos, por ejemplo.

Por lo tanto, y conviene destacar que la tasa no es un impuesto, sino el pago que una persona realiza por la utilización de un servicio. De este modo, si el servicio no es utilizado, no existe la obligación de pagar.

Las tasas pueden ser estatales, autonómicas o locales (municipales) en función de la administración que gestione y preste los servicios por los que se exigirá el pago del tributo. Y además, existen las tasas administrativas, que son aquellas que deben abonarse por el uso de un servicio público como puede ser la expedición del DNI.

Algunos tipos de tasas habituales serían, por ejemplo, las que debemos pagar por el abastecimiento de agua, la de las basuras, por la solicitud de un vado permanente o las tasas judiciales. Sólo las pagaremos si disfrutamos de algunos de los servicios que gravan.

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