Dinero fiat, dinero que ya no es oro
La denominación de dinero fiat procede del latín “fiat”, que significa “hágase” o “que así sea”. Tiene ese nombre porque existe por decreto, por orden de la autoridad que gobierna, y ya no se puede cambiar como antaño por oro o plata. No tiene un respaldo en el tesoro nacional.
Fue el presidente Richard Nixon quien desligó en 1971 el dólar de su respaldo en oro. Éste se había devaluado enormemente en el exterior por varias razones. El endeudamiento de los Estados Unidos por la contienda bélica de Vietnam era una, pero también el hecho de que durante el gobierno del presidente Charles de Gaulle hasta 1970, Francia se dedicara a cambiar los dólares que tenía por oro de la Reserva Federal estadounidense, lo cual provocó que se redujeran las reservas de los USA.
Nixon acabó con el patrón oro
Estos motivos hicieron que Nixon tomara la decisión el 15 de agosto de 1971 de acabar con la convertibilidad del dólar, lo que puso fin a la época del patrón oro a nivel mundial. Y así el dinero dejó de ser fiduciario (dinero con respaldo, atesorado por el Gobierno que lo imprime) y pasó a ser dinero fiat (dinero sin respaldo tangible, con tan solo un valor atribuido por convenio). Es decir, ya no podemos, ni nosotros ni ningún gobierno, ir al Bamco Central Europeo y pedir que nos den oro a cambio de billetes. Antes sí se podía.
Una vez acabado el dinero fiduciario cuyo valor dependía del patrón oro, el dinero es creado por decreto, por orden de la autoridad que gobierna. Y también por los bancos a través de los préstamos, que son en realidad dinero creado de la nada, que después prestan y sobre el cual cobran intereses.
El principal cambio de este sistema monetario respecto al anterior es que el dinero, por definición, debía cumplir cuatro funciones básicas: ser medida de valor, instrumento de intercambio, medio de pago y reserva de riqueza. En cambio, el actual dinero fiat cumple con las tres primeras, pero no sirve como reserva de riqueza.