¿Qué hacer en caso de robo?

El hurto de bolsos con documentos como el DNI, carné de conducir o tarjetas de crédito, y el robo de datos confidenciales en la red para suplantar la identidad de otra persona son delitos frecuentes en nuestro país que pueden llevar a consecuencias desastrosas si no se sabe qué hacer en momento que se producen.

Sin tener conocimiento de la situación, el cliente puede ser víctima de fraudes adversos, como la contratación de de créditos a su nombre, compras y gastos no deseados e, incluso, matrimonios de conveniencia.

Aunque Internet es uno de los sitios más transitados por los ciberdelincuentes para hacerse con el control de documentación personal, no es la única vía para acceder a esta clase de información. La sustracción de carteras a través del tradicional ‘tirón’ es un método utilizado, también, entre los estafadores.

¿Qué hacer en caso de robo? Consejos para evitar la suplantación de identidad

Tipos de infracciones fraudulentas

La lista de motivos que lleva a los timadores al robo de datos personales es larga.

Contratación de préstamos y otras estafas: el Documento Nacional de Identidad es la tarjeta de presentación personal de cada ciudadano. Con una simple sustracción del DNI, el estafador es capaz de abrir cuentas bancarias, retirar dinero en efectivo, formalizar transferencias, solicitar la apertura de un crédito o préstamo, contratar una línea de teléfono o realizar compras a través de Internet, entre otras ilegalidades.

En el caso de pérdida o robo de dicho documento, es aconsejable –después de poner la correspondiente denuncia ante la policía- consultar el registro de morosos y el registro civil por si se hubiera producido una suplantación de personalidad.

Firmar matrimonios de conveniencia: en ocasiones el DNI también es utilizado para llevar a cabo matrimonios falsos con el fin de legalizar la situación en el país de un inmigrante. Estas farsas suelen estar recompensadas con importantes cantidades de dinero.

Skimming: este término se refiere a la clonación de tarjetas de crédito o débito a través de la copia de la banda magnética. El modus operandi para llevar a cabo el fraude varía en función de la clase de dispositivo electrónico empleado. Normalmente, esta técnica delictiva suele practicarse en los cajeros, donde el delincuente puede robar la información y claves de las tarjetas sin necesidad de estar presente.

‘Phising’: es una estafa cibernética que consiste en la obtención ilícita de información confidencial (contraseñas, número de DNI, datos bancarios…). A través de correos electrónicos, el timador se hace pasar por una persona o entidad de confianza para solicitar registros personales.

‘Vishing’: en esta modalidad los malhechores programan llamadas telefónicas con un sistema de mensajes grabados preguntando sobre información financiera privada.

Cómo evitar ser estafado

Para disminuir el riesgo de exponerse a este tipo de fraudes es aconsejable seguir una serie de recomendaciones:

Desconfiar de los correos electrónicos que nos soliciten información personal, incluso cuando el remitente se identifique como una compañía con la que tenemos relación. Es más seguro contactar telefónicamente a través del número oficial de la entidad para cerciorarnos de la autenticidad del email.

No utilizar los cajeros automáticos en caso de percibir alguna anomalía irregular, como elementos sueltos o fuera de lugar. También es aconsejable cubrir con la mano el teclado mientras se marca la clave por si hubiera una cámara oculta enfocando la numeración.

Monitorizar los cargos de la tarjera de crédito y notificar con inmediatez cualquier uso fraudulento ajeno a nosotros.

Contratar un seguro. Ante el constante crecimiento de estafas, varias compañías aseguradoras españolas han lanzado productos que protegen las compras ilegítimas a través de Internet.

Qué hacer tras un robo

En muchas ocasiones, las personas que han sido víctimas de un robo no tienen conocimiento de ello hasta que el banco comienza a reclamar pagos atrasados o reciben documentación que no reconocen (facturas, contratos…). Por ello, es conveniente anticiparse a esta situación y seguir una serie pautas tras la pérdida o sustracción del DNI y tarjetas de crédito:

1- Denunciar ante las autoridades policiales. Es la mejor arma para defenderse de las deudas y fraudes que el ladrón de identidad pueda cometer.

2- Comunicar del robo a las entidades financieras. Hay que notificarlo a nuestro banco presentando la correspondiente denuncia para que tomen las medidas de seguridad oportunas.

3- Solicitar la inclusión en el fichero Veraz-Persus. Es un archivo en el que cualquiera puede inscribirse con el objetivo de evitar el uso fraudulento de sus datos personales por terceros en perjuicio de su identidad y patrimonio. De este modo, si el estafador solicita un préstamo en una entidad bancaria, una alerta avisa inmediatamente a la compañía del intento de fraude.

Los peligros que entrañan el robo de documentación confidencial y el caos burocrático que supone para el afectado dicha situación son realmente preocupantes. Por ello y ante este inquietante panorama, conviene tomar medidas de seguridad y protegerse con antelación.

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