Las siglas BPI se corresponden con las iniciales del Banco de Pagos Internacionales, y una descripción simple y certera que defina esta institución financiera sería considerarla el banco de los bancos centrales.
Se trata de una organización internacional que no responde ante ningún gobierno, y cuya principal función es fomentar la cooperación monetaria y financiera internacional. Es decir, que no acepta depósitos de particulares o empresas ni les ofrece servicios ni productos financieros, sino que sus únicos clientes son bancos centrales e instituciones internacionales.
El BPI, fundado el 17 de mayo de 1930, es la institución financiera internacional más antigua del mundo. Tiene su sede en la ciudad de Basilea (Suiza), y cuenta con dos oficinas de representación. Una en Hong Kong para cubrir el área asiática y otra en Ciudad de México.
Funciones del BPI
Las principales funciones del BPI son actuar como foro para el debate y la toma de decisiones entre bancos centrales, realizar estudios económicos y monetarios de ámbito internacional, ejercer de depositario de garantías o fideicomisario en operaciones financieras internacionales, y ser la entidad de contrapartida principal para las operaciones financieras de los Bancos Centrales.
El BPI ofrece rentabilidad a los fondos y liquidez a los mismos, funcionando como un vehículo de inversión de la tesorería de los bancos centrales, a los que ofrece una amplia gama de servicios financieros específicamente diseñados para ayudarles a gestionar sus reservas de divisas.
Los fondos del Banco de Pagos Internacionales, que cuenta con un personal independiente de 550 personas de cincuenta nacionalidades distintas, están en manos de los bancos centrales de un total de 55 países, que son los únicos que cuentan con derecho de voto y representación en las Asambleas Generales, y entre los cuales se encuentra el Banco Central de España.
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