Suele hablarse de países ricos o pobres. De los más desarrollados, de los del primer o tercer mundo. Conceptos subjetivos a veces, producto de cálculos o estimaciones macroeconómicas. Pero, ¿cómo se llevan a cabo? ¿Cómo puede medirse la riqueza de un país? La respuesta es el PIB, siglas de Producto Interior Bruto. A continuación explicaremos lo que es y cómo puede calcularse.
Como indican expertos de Cetelem ✅ el PIB es un indicador económico que refleja la producción total de bienes y servicios asociada a un país durante un determinado periodo de tiempo, que por lo general es un año. Se utiliza como herramienta de estudio de la macroeconomía y puede considerarse algo así como la contabilidad nacional.
El hecho de que esté acotado temporalmente y deba estar siempre en constante actualización, es porque el cálculo responde a valores de precios constantes durante un período determinado. El cambio de precios – de un año para otro, por ejemplo- afecta al cálculo y hay que actualizar.
El Producto Interior Bruto se emplea a nivel internacional para valorar la actividad económica o riqueza de cada país. Del mismo modo que sirve para indicar el nivel de vida de la población al ser dividido por el número de habitantes de un país. Es el llamado PIB per cápita.
El crecimiento o descrecimiento del PIB nacional denota el estado de salud económico de un país. Es por este motivo que suele ser el valor más citado cuando se habla de economía internacional.
Cómo se calcula el PIB de un país
El cálculo del PIB de un país es harto complicado, aunque no por la complejidad de la fórmula, sino por los valores que incluye. Consiste en la suma de los datos de consumo, los ingresos asociados al país, el gasto público, las exportaciones, y la resta de las importaciones al resultado de todo lo anteriormente sumado.
Lógicamente hay ajustes y correcciones mucho más complejas que también afectan al cálculo y a su precisión. La economía sumergida, por ejemplo, imposible de cuantificar con exactitud.
Estados Unidos, China y Japón, por este orden, son los tres países con el PIB más alto del mundo en 2016, según el Banco Mundial. Alemania, en el cuarto lugar, es la primera nación europea. España se mantiene en el quinto lugar en el ránking europeo, tras el Reino Unido, Francia e Italia.
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