La incertidumbre con la que el consumidor realiza sus compras en estos momentos ha producido un menor número de ventas, lo que impulsa a los comerciantes a apostar aún más por la financiación sin intereses. “Compra ahora y paga en doce meses al 0 por ciento de interés” es un atractivo eslogan que seduce a los compradores y con el que se pretende potenciar un consumo responsable.
Renovar la lavadora o cambiar el mueble del salón supone un gasto considerable para las familias y en estos momentos en los que resulta muy difícil pagar al contado, las campañas del tipo “compre ahora y pague después” resultan muy tentadoras. Y es que con la actual coyuntura económica, las entidades bancarias han disminuido la concesión de créditos, así que muchos comercios se han visto obligados a tomar medidas al respecto concediendo financiación sin intereses de los productos que venden. Se trata de una iniciativa que pretende incentivar el comercio y que, al mismo tiempo, beneficia a nuestra economía doméstica.
¿Cómo funciona La financiación sin intereses?
En este tipo de transacción, los intereses son subvencionados por el punto de venta y el cliente, en la mayoría de los casos, tiene que hacer frente únicamente a gastos de formalización o algún seguro.
El establecimiento comercial firma un contrato con la entidad financiera por el que se compromete a abonar él mismo la comisión establecida. Para garantizar su cumplimiento, los clientes están respaldados contractualmente por una cláusula de penalización en caso de que el comercio les intente cargar los intereses directamente a ellos.
Cuidado con las promociones…
Para muchos este tipo de ofertas puede incitar a realizar compras compulsivas dejándose llevar por la comodidad y facilidad de pagar a plazos sin tener que desembolsar la cantidad de una sola vez. Desde la Comisión Nacional Mexicana para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) advierten que “esas estrategias comerciales llevan a muchos clientes a terminar en una espiral de deudas incontrolable”.
Y es que el uso desmesurado de compras a plazos puede hacer caer en un peligroso endeudamiento. Sin embargo, un uso inteligente y controlado puede aportar multitud de ventajas.
Es importante, además, comparar precios entre establecimientos para cerciorarse de cuál es el valor real del producto y, así, evitar ser engañado por el comercio que realiza la promoción. En ocasiones, algunas compañías que lanzan estas campañas buscan su rendimiento económico aumentando el precio del bien para compensar las pérdidas que les supone el pago de las comisiones. Por ejemplo, una persona que está interesada en un modelo determinado de ordenador observa que en el establecimiento “X” -donde se realiza la campaña- le cuesta 1.000 euros, mientras que en el “Y” sólo 900. El primero de los comercios puede estar fijando un sobreprecio con el objetivo de no ver reducidas sus ganancias.
¿Para qué tipo de compras se utiliza la financiación sin intereses?
La fórmula de “financiación sin intereses” suele recomendarse para la adquisición de productos de consumo duradero, como por ejemplo electrodomésticos, muebles, un dispositivo electrónico o tecnológico… En definitiva, bienes con una vida útil superior al periodo que se tardará en realizar los pagos. Otros servicios, como la contratación de unas vacaciones de ensueño, también pueden financiarse de esta forma.
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