Ir a la universidad no sale barato. Y más si para estudiar la carrera escogida tenemos que desplazarnos fuera de nuestra comunidad. Es decir, pagar matrícula, alojamiento y manutención. De modo que aquellos estudiantes que no pueden contar con ayuda financiera familiar, tienen que buscar recursos económicos para poder cursar sus estudios universitarios. Y para eso están los préstamos para estudiantes, un producto que ofrecen la mayoría de entidades bancarias.
Los préstamos para estudiantes son en realidad préstamos personales, aunque con intereses más bajos en la mayoría de los bancos, que de este modo los diferencias de aquellos no destinados a pagar los estudios del cliente.
Otra de las características habituales de este tipo de préstamos es que suelen tener condiciones de devolución más flexibles que otros productos de crédito, por lo que otorgan más años para la devolución del préstamo. Hay bancos que incluso ofrecen periodos de carencia, que pueden consistir en no pagar cuotas durante un tiempo pactado, o aplicadas al capital, con lo que en las cuotas mensuales empieza pagándose solo intereses.
Másters y extranjero
Este tipo de préstamos para estudios universitarios suelen concederse también para cursar másters o completar la formación académica en el extranjero.
Lógicamente, la concesión del préstamo por parte de cualquier entidad bancaria dependerá del cumplimiento por parte del solicitante de una serie de requisitos, pero que nunca serán tan exigentes como en otro tipo de créditos, como por ejemplo una hipoteca. De hecho, lo más habitual es que baste con que el estudiante tenga una cuenta en la entidad y pueda presentar un aval familiar como garantía adicional.
En cualquier caso, antes de tomar una decisión y optar por un banco u otro, conviene informarse y consultar a la universidad donde se cursarán los estudios, dado que algunas instituciones académicas tienen firmados acuerdos con entidades bancarias que suponen una mejora en las condiciones de estos préstamos. Además, los estudios universitarios no cuestan lo mismo en todas las comunidades, de modo que siempre es bueno informarse.
También es conveniente comparar entre las ofertas de diferentes entidades, pues la primera opción no tiene porqué ser la mejor. Y una de las diferencias que puede decantar la decisión es la existencia de comisiones de apertura o de amortización anticipada, que podrían encarecer el coste total del préstamo.
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