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«Business angels y startups, una combinación que crea riqueza adicional en la sociedad»

Abordamos el panorama actual en torno al business angel, una figura financiera dirigida a empresas jóvenes con el experto Fernando Moroy, CEO de Gestión Digital y Sostenible de Finanzas (GDSFIN), miembro del Consejo y Consejo Asesor, Red de Business Angels Keiretsu y presidente del Consejo Asesor de la Asociación Española de Escuelas de Negocio (AEEN) sobre Business Angels.

¿Cuál es el proceso que sigue un business angel para identificar y evaluar proyectos con potencial de inversión?

El proceso de inversión en startups sigue esta secuencia: primero selección en las startups en las que invertir, una vez elegida existe un proceso natural de valoración de la misma y, finalmente, el inversor suele componer una cartera de inversión con la natural estrategia de diversificación. Para que el inversor invierta, espera que el proyecto sea: factible, viable e invertible. De todas formas, en estas fases tan tempranas, es consciente del altísimo riesgo de su inversión.

¿Qué sectores o tipos de proyectos priorizan en su cartera de inversión y por qué?

Podríamos decir que de forma genérica piensa en invertir en aquellos proyectos en los que espera un rápido y alto retorno. Suele observar algún mercado que especialmente conozca el inversor donde crea que la propuesta de valor que han diseñado los emprendedores es claramente diferencial y que su capacidad de ejecución permitirá un desarrollo exitoso. Hoy en día esos proyectos exitosos suelen incorporar la tecnología, y, especialmente, la inteligencia artificial, en diferentes partes de la cadena de valor si bien soy un poco escéptico en cuanto a la clasificación general de sectores. Sin embargo, es verdad que hay un general interés por proyectos en entornos de salud, educación, alimentación y tecnología en general.

¿Cómo determina el monto de inversión y la valoración de una startup en sus etapas iniciales?

Aunque la valoración de una empresa en cualquier estado siempre tiene muchos elementos de subjetivismo, la valoración de una empresa en fases muy tempranas (startup) tiene la complejidad añadida dado que la empresa tiene un pasado financiero escaso. Su valor está basado en la potencialidad futura. Existen en la bibliografía financiera diversas metodologías específicas para la valoración de startups. Cabe destacar de forma especial las del Venture Capital Method, método Berkus, etc. Además, también utilizamos las más convencionales como son el método de comparables y la técnica del descuento de flujos de caja.

¿Qué nivel de involucramiento tienen los business angels en las startups una vez realizada la inversión?

Como mínimo los business angels hacen un seguimiento financiero de su inversión en la medida que su deseo final (un inversor industrial puede tener también otras motivaciones adicionales a las financieras) es obtener la mayor plusvalía posible por su inversión. Sin embargo, el business angel ideal sería aquel que no sólo proporciona los recursos que la startup necesito sino, además, lo que los americanos llaman smart money a través de acciones de mentoring contactos con proveedores, clientes, reguladores, etc. En definitiva, valor añadido para el crecimiento de la startup.

¿Qué factores consideran más críticos para el éxito de una startup en la que invierten?

Creo que hay unos elementos que son críticos en su análisis de la decisión de invertir. Entre ellos destacaría primero el valor diferencial o ventaja competitiva de la propuesta de valor diseñada. Otro elemento crítico en fases muy tempranas es la calidad y compromiso del equipo gestor. En estas fases muy tempranas los americanos suelen decir que “son más importantes los jinetes que el caballo”, la verdad que de caballo (lo puramente financiero) hay muy poco en esas fases iniciales. Finalmente, un aspecto crítico tiene que ver con la escalabilidad del proyecto, es decir con la capacidad de que, si es exitoso, sus ingresos crezcan con velocidad muy superior a la de sus gastos.

¿Cómo gestionan el riesgo asociado a invertir en proyectos en fases tempranas?

En fases tempranas, las startups sufren de riesgos muy diversos: riesgo de mercado, riesgo de producto, de modelo de negocio, de equipo, regulatorio, tecnológico, etc. Estos múltiples riesgos llevan a que las estadísticas de mortalidad de las startups sean altísimas (en general sólo el 20% de ellas sobreviven a los tres primeros años) y es muy difícil luchar contra la estadística. La única forma que tiene el business angel de gestionar esta realidad es con una adecuada estrategia de análisis y diversificación de las startups en las que invertir.

¿Cómo mide el impacto o el retorno de sus inversiones tanto en términos financieros como no financieros?

El primer indicador del éxito de una inversión en startups es el financiero, el retorno se mide por el multiplicador obtenido en la desinversión (exit). Tal como hemos señalado anteriormente, de media, en tan sólo el 20% de las inversiones se acierta y por ello ese multiplicador debe compensar el resto de inversiones fallidas. Es verdad que además de lo puramente financiero, la combinación business angels-startups crean riqueza adicional para la sociedad en la medida que crean puestos de trabajo, pagan impuestos, pueden mejorar elementos ambientales y de sostenibilidad, etc.

¿Cómo ves el tejido business angel en España?

Llevo en esto bastantes años y he observado una mejora espectacular. En España hay ya un verdadero ecosistema a la altura de otros geografías europeas e internacionales. Para que ese ecosistema evolucione hay tres vectores que lo tienen que hacer de forma eficiente y simultánea. De un lado, un creciente y competitivo tejido emprendedor. De otro, un adecuado volumen de inversores privados, tanto en fases muy tempranas (business angels) como en fases ulteriores (familty offices y venture capital). Esta es una fase en la que España tiene que experimentar todavía un empuje adicional de mejora. Finalmente, el entorno legal/institucional tiene que ser muy amable en términos fiscales, de requerimientos administrativos, contables, etc., con esos proyectos empresariales iniciales. La Ley 28/2022 que se aprobó a finales del año 2022 fue un avance que hay que seguir impulsando y mejorando.

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