La bancarización de las personas con menos ingresos es alta pero insuficiente
Nuestra cotidianeidad social y económica está ligada, de un modo u otro, a los servicios bancarios que ofrecen las diferentes entidades del sector financiero. La actividad socioeconómica de los ciudadanos está directamente vinculada a las prestaciones bancarias. Éstas se diversifican para dar respuesta a las necesidades de la ciudadanía en su práctica totalidad, y según su nivel económico. Así por ejemplo, un estudio de Funcas sobre la bancarización revela que el 94% de las personas con menos ingresos en España están vinculadas a alguna entidad bancaria.
Características de la bancarización de las personas con menos ingresos
El estudio “Modelos de bancarización de las personas con menos ingresos”, elaborado por Funcas en colaboración con la consultora VML-The Cocktail, concluye que la gran mayoría de la población con ingresos bajos está bancarizada. Sin embargo, trabajan principalmente con una única entidad y contratan solo productos básicos como tarjetas de débito, cuentas corrientes o seguros. Y además tienen menos conocimientos financieros que el resto de la población general. Así, por ejemplo, productos como depósitos o planes de pensiones presentan tasas de contratación muy bajas por parte de estas personas.
Es por este motivo que Funcas ha realizado este análisis económico y social. El objetivo del cual es examinar las necesidades específicas de este segmento de población, y explorar estrategias para promover su integración en el sistema financiero formal.
Particularidades sociodemográficas
El estudio de Funcas evidencia que la población con menos ingresos presenta ciertas particularidades sociodemográficas que hay que tener muy en cuenta. Así, por ejemplo, este segmento poblacional con recursos económicos limitados presenta una mayor representación de jóvenes. Además de una alta proporción de ciudadanos extranjeros y de individuos con niveles educativos por debajo de la media. Y estas características influyen en su relación con el sistema financiero. Pueden limitar su conocimiento sobre los productos y servicios disponibles y aumentar así su potencial vulnerabilidad económica.
Educación financiera para garantizar la integración en el sistema
El nivel de conocimiento de los productos financieros y el funcionamiento de sector bancario es muy bajo entre los ciudadanos pertenecientes al colectivo analizado, cuya economía está marcada por los bajos ingresos.
Y esta es una de las claves, según el análisis de Funcas, que pone el acento en la necesidad de mejorar la formación financiera con programas educativos adaptados a sus necesidades. Solo así conseguirán que estos individuos adquieran confianza en el sector bancario y aprovechen las opciones existentes en el mercado, ya que en muchos casos el desconocimiento provoca la autoexclusión del sistema financiero.
De hecho, el informe revela que el conocimiento real de productos financieros de este grupo poblacional es limitado: solo un 11% alcanza una competencia elevada, mientras que un 37% se sitúa en niveles muy bajos. Datos que constatan la mencionada necesidad de implementar programas de educación financiera para elevar mejorar su formación.
Sensación de vulnerabilidad en la bancarización
La formación económica, ya se ha dicho, puede ayudar a las personas a integrarse en el sistema financiero, pero lo cierto es que la sensación de vulnerabilidad no siempre deriva de la falta de conocimientos o de información. El estudio de Funcas desvela que el 43% de personas con menos ingresos ha experimentado la denegación de algún producto financiero. Algo que dificulta su acceso al crédito, limita sus posibilidades de mejorar su situación económica y refuerza el sentimiento de exclusión. Algo que, por supuesto, también afecta negativamente a su satisfacción y confianza en el sistema, más allá de su nivel formativo.
Bancarización accesible
Para evitar esa exclusión derivada de la falta de recursos y de solvencia económica, que inevitablemente incrementa la sensación de vulnerabilidad, los afectados reclaman productos financieros más accesibles, como cuentas sin comisiones (47% de los encuestados incidieron en ello) o productos de ahorro con mayor flexibilidad (39%).
En este sentido, el 44% de los ciudadanos encuestados para la confección del estudio aseguraron haberse topado con alguna barrera para acceder al sistema financiero. Por ejemplo, los elevados costes y comisiones de algunos servicios financieros.
Bancarización de ciudadanos extranjeros
El caso de la bancarización de las personas con menos ingresos, si éstas son extranjeras, aun se agrava más. La población extranjera presenta tasas aún más altas de no bancarización. Así como una mayor dependencia de redes informales para cubrir necesidades financieras, tales como familiares, amigos o prestamistas particulares. Y además, una preferencia por el ahorro en efectivo derivada de la desconfianza y la falta de acceso o el desconocimiento de los productos financieros.
El 35% de los extranjeros sin nacionalidad española continúa siendo cliente de alguna entidad bancaria fuera de España. Un dato que refleja la importancia de los vínculos financieros transnacionales para este grupo. Todo ello pone de manifiesto su vulnerabilidad financiera y la necesidad de diseñar soluciones inclusivas que atiendan las necesidades específicas de este colectivo.
Conclusión
La bancarización de las personas con menos ingresos está determinada por la falta de formación financiera. Así como por la dificultad de acceder a productos y servicios que exceden sus posibilidades económicas. El estudio de Funcas concluye que estas dos cuestiones son las que hay que mejorar para contrarrestar la vulnerabilidad de este colectivo y facilitar su inclusión en el sistema financiero.
