Adiós a las renovaciones automáticas de las suscripciones online

Consumo está tramitando una medida para poner fin a las renovaciones automáticas de las suscripciones online. Las empresas que operan a través de aplicaciones estarán obligadas a informar a los clientes con 15 días de antelación de la finalización del servicio contratado y de la posibilidad de renovarlo o cancelarlo.

Qué son las renovaciones automáticas de contratos

Son muchas las plataformas, y algunas muy conocidas como pueden ser Netflix o Spotity, que utilizan aplicaciones digitales para llevar a cabo las suscripciones online de los clientes a los servicios que comercializan. Una práctica del todo legal. Lo que ocurre es que la mayoría de estas empresas aplican la fórmula de las renovaciones automáticas, que consiste en renovar la suscripción al vencimiento del plazo del contrato anterior sin previo aviso ni consulta al cliente.

Prohibir estas renovaciones automáticas beneficiará en especial a aquellas personas que, por diversos motivos, olvidan que tienen contratada determinadas suscripciones y que, hasta ahora, lo recordaban una vez que ya habían recibido el cobro de la suscripción.

Además será también muy útil en los casos de suscripciones promocionales que tienen un plazo gratuito de entrada o en aquellas que se renuevan anualmente de forma automática sin que el consumidor se dé ni cuenta. Y una vez consumada la renovación, son mucho más complejos los trámites de devolución del importe de la suscripción, de los que serían necesarios para la cancelación de haberse producido con antelación.

Derechos del consumidor frente a las renovaciones automáticas

Desde el Ministerio de Consumo se ha insistido en que se trata de una medida pensada para “reforzar la transparencia, garantizar el derecho de los consumidores a decidir qué contratan y hasta cuándo, qué pagan y qué deciden no pagar”. Es decir, facilitar un consumo consciente.

Y para proteger al consumidor y garantizar sus derechos, todas las empresas que llevan a cabo este tipo de prácticas que, llegado el momento pueden resultar lesivas para los intereses de sus clientes, tendrán la obligación de avisarles de que su contrato está a punto de expirar en las condiciones establecidas en un primer momento, y pedir así el consentimiento para renovarlo. Dando de este modo al cliente la opción de cancelar la suscripción si así lo decide.

Así mismo, las empresas también deberán informar al cliente de las consecuencias, si las hubiera, de no renovar el contrato. Por ejemplo, en aquellas suscripciones que establecen permanencia.

Esta medida, actualmente en tramitación parlamentaria, se incluirá dentro de la Ley de Servicios de Atención a la Clientela.

 Esta iniciativa del Gobierno da respuesta a las múltiples quejas de las asociaciones de consumidores. Reiteradas protestas denunciando esta práctica generalizada entre las empresas que contratan a través de aplicaciones en los móviles, y que roza la opacidad en muchos casos.

Sanciones por incumplimiento

Las leyes están para cumplirse. Por ello, cuando una nueva normativa legal entra en vigor debe ser acatada por todas las partes implicadas, y su incumplimiento suele ir acompañado de sanciones para el infractor.

La nueva medida de Consumo es aún un anteproyecto, y no hay todavía fecha prevista para su aprobación, pero cuando entre en vigor también contemplará sanciones para quienes no la cumplan. De este modo, los usuarios ganarán en claridad, control y seguridad, ya que se evitarán sorpresas desagradables en forma de cargos inesperados al final del mes. Y en caso de que las plataformas tecnológicas pretendan perseverar en la práctica de las renovaciones automáticas, o buscar nuevas fórmulas para retener clientes, la ley podrá penalizarlos. Ya sea con sanciones económicas, con la posible retirada del servicio o con ambas. Y esto se aplicará tanto a grandes corporaciones como las anteriormente mencionadas como a cualquier otra aplicación de suscripciones online, por pequeña que sea.