Libreta de ahorro infantil: de la hucha al banco
Estamos hablando de un producto bancario, desde luego, y conviene conocer sus pros y sus contras, sus ventajas y condiciones legales, pero lo cierto es que las libretas de ahorro infantiles cumplen más con un papel educativo que financiero. No se trata de un producto especialmente rentable, ni aporta ventaja fiscal alguna, pero sí cumple el importante objetivo didáctico de enseñar a ahorrar.
Aunque casi todas las entidades bancarias ofrecen productos de este tipo – incluso programas para recién nacidos-, y sus características pueden variar ligeramente de una oferta a otra, las libretas de ahorro infantiles se caracterizan normalmente por su liquidez total, ya que el cliente (niño o padre) puede ingresar y retirar dinero libremente, por la ausencia de gastos de gestión o comisiones, por su baja remuneración, pues se aplican tipos de interés muy bajos, y unos límites de edad que no superan los 25 años.
Como ya hemos dicho antes, la verdadera importancia de abrir una primera cuenta bancaria es educativa, y no tanto económica. Por ello se recomienda, desde la perspectiva de la psicología formativa, darle importancia al acontecimiento de abrir esa libreta, convirtiéndolo así en una ocasión especial. Tiene mucho más valor educativo acompañar al niño a la oficina que simplemente entregarle una cartilla como regalo. El hecho de hacerlo él mismo, de hacer la gestión y formalizarla en una oficina bancaria, que por lo general le resultará intimidante y muy “adulta”, le concederá al hecho una relevancia que no le dejará indiferente.
Actualmente también existen planes de ahorro desde la infancia, y algunos están incluso ligados a un seguro de vida. Pero ya son productos más complejos y, por supuesto, deben ser gestionados y contratados por adultos, aunque afecten a un niño.