El próximo día 29 de septiembre entrará en vigor la nueva Ley de Bienestar Animal y varios millones de dueños de perros en España, sea cual sea su raza y tamaño, deberán contratar un seguro obligatorio de responsabilidad civil.
Hasta la fecha en nuestro país sólo era obligatorio el seguro para los perros de razas consideradas peligrosas, pero ahora la obligatoriedad afectará a todos los caninos sin excepción. Algo que ya se exigía en Madrid y el País Vasco.
Este seguro pretende cubrir los posibles daños que nuestra mascota pueda causar a terceras personas, ya sean físicos (morder a alguien) o materiales (causar algún destrozo de la propiedad privada). También cubre otros posibles incidentes, como que el perro pueda provocar un accidente de tráfico o lesiones a otro animal con el que se haya peleado.
El funcionamiento será como el de cualquier otro segura, y en caso de que se produzca alguno de los incidentes señalados, el afectado puede denunciar y el dueño hacer uso de la póliza para que la aseguradora se haga cargo de la indemnización en los casos en los que proceda. Hay que decir que el seguro cubre al perro, por lo que es válido independientemente de quién lo esté cuidando en ese momento.
Negligencias excluidas
Lógicamente, y como ocurre con las pólizas contratadas para otros conceptos, los seguros de perros cubrirán los daños causados por el animal siempre que no haya negligencia por parte del propietario, como por ejemplo llevar el can sin correa o sin bozal siendo una raza peligrosa. En tales casos, denuncia mediante, el dueño deberá asumir la indemnización de su bolsillo.
Además, aunque no se produzca siniestro alguno, al ser un seguro de carácter obligatorio, aquellos ciudadanos con perro que no lo tengan contratado se exponen a multas de entre 500 y 10.000 euros. Por lo tanto, no vale la pena arriesgarse, puesto que los seguros obligatorios tienen un precio de entre 25 y 30 euros al año, o alrededor de 50 euros en el caso de los perros de razas que se consideren potencialmente peligrosas.
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