Un proyecto de educación financiera
para domesticar tu economía

Fraude en empresas: tendencias 2026

El buen estado de la economía depende de la salud financiera del tejido empresarial. Lo cual a su vez redunda en los ciudadanos, ya sea como trabajadores o clientes. Por eso es tan preocupante la constante proliferación de los fraudes en empresas. Una tendencia al alza, según el informe elaborado por la Asociación Española de Empresas Contra el Fraude (AEECF) sobre Tendencias de Fraude en Empresas en España 2025-2026.

Un estudio que arroja unos resultados inquietantes. Concluye que “la sofisticación de los ataques delictivos crece a mayor velocidad que la madurez de los sistemas de defensa”. Una circunstancia que solo puede traducirse en un incremento en el número de fraudes en empresas de un año para otro.

El factor humano, principal causa del fraude en empresas

Una de las conclusiones principales del informe es señalar el factor humano como el eslabón más débil de la cadena en materia de ciberseguridad y lucha contra el fraude en empresas.

La recepción o integración de nuevos miembros en un entorno digital, el llamado onboarding digital, es el principal punto de acceso para los defraudadores. De hecho, el 72% de los ataques se dirigen a nuevos clientes persona física, revelando así una evidente fragilidad estructural en la verificación de identidad y autenticación temprana.

Percepción positiva de la seguridad

Los datos extraídos del informe de fraude en empresas pueden interpretarse como contradictorios en algunos aspectos. Y es que aun habiéndose observado una mejora general en los ratios de fraude consumado y en la reducción de pérdidas económicas respecto al año anterior, lo cierto es que los intentos de estafa no cesan, aunque buena parte de ellos sean frustrados. 

De hecho, en este sentido, el informe destaca la existencia de una percepción positiva de eficacia. El 76% de las  empresas declara bloquear más del 75% de los intentos. Un dato positivo, sin duda, pero que tiene su lectura negativa, ya que podría provocar una sensación de falsa seguridad y derivar en la creación de una  peligrosa zona de confort que conlleve una relajación de las medidas de seguridad y prevención.

Pocas denuncias y deficiencia informativa sobre fraude en empresas

Algunos aspectos negativos recogidos en el estudio, y que denotan que aún falta mucho trabajo por hacer, es que el nivel de denuncia de fraude en empresas sigue siendo bajo y selectivo. Solo el 6% de las empresas denuncia sistemáticamente más del 75% de los casos. Un porcentaje que refleja una cultura de tolerancia parcial al fraude, con criterios reactivos y poco sistemáticos.

Por otra parte, se ha detectado también una preocupante carencia de trazabilidad del perfil del defraudador. Casi la mitad de las organizaciones no dispone de datos clave como sexo, nacionalidad, edad o ingresos de los implicados, lo que debilita la capacidad  predictiva de los sistemas y compromete el desarrollo de estrategias de seguridad segmentadas.

Recomendaciones para combatir el fraude en empresas

Tras compartir la información del estudio, la Asociación Española de Empresas Contra el Fraude (AEECF) expone también una serie de recomendaciones para que las empresas puedan evitar los ciberataques.

 En primer lugar, y como es lógico, recomienda reforzar las medidas de seguridad en el onboarding digital, y paliar las carencias en materia de trazabilidad de los perfiles de los estafadores. Para lo cual es esencial elevar el fraude a una prioridad de la agenda directiva.

Es muy conveniente también incorporar tecnologías avanzadas en materia de seguridad y actualizarlas periódicamente, para ir adaptándose a las nuevas estrategias delictivas. Y así mismo, recomienda a las empresas invertir en formación innovadora.

Otro consejo es participar en ecosistemas de inteligencia colaborativa. Integrar bases de datos compartidas sectoriales y alianzas público-privadas para anticipar amenazas emergentes. Y desde luego, fomentar la cultura de denuncia sistemática. Establecer políticas  claras, procesos simples y reconocer públicamente a las  organizaciones comprometidas con la lucha activa contra el fraude.

Conclusión

La lucha contra el fraude en empresas continua. Y aunque ha mejorado ligeramente el porcentaje de ciberataques bloqueados o repelidos respecto al año pasado, lo cierto es que los defraudadores evolucionan. Se modernizan más rápidamente que los sistemas de defensa. Hay que reforzar la lucha contra el fraude digital invirtiendo más en recursos y renovando las tecnologías diseñadas para garantizar la seguridad.

Volver al principio
Ir al contenido