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Decálogo del reciclado doméstico

Mañana sábado día 17 de mayo se celebra el Día Mundial del Reciclaje. Una fecha establecida con el objetivo de  concienciar a la población de la importancia de tratar como corresponden los residuos que generamos para proteger el medio ambiente. De modo que resulta de lo más oportuno, coincidiendo con esta efeméride, compartir algunas reglas básicas resumidas  en el siguiente Decálogo del reciclado doméstico.

Reciclar es una tarea de todos, y el compromiso debe ser colectivo para que sea realmente efectivo como solución ecológica y sostenible. En España se generan anualmente más de 110  millones de toneladas de residuos. Unos  deshechos que deben ser tratados de forma adecuada, según sus características, para que no contaminen o incluso para procurarles una segunda vida, lo que supone un ahorro evidente y redunda en beneficio del medioambiente. 

10 consejos del reciclado doméstico

El compromiso debe ser individual tanto como colectivo. El esfuerzo por la sostenibilidad empieza en la actitud de cada uno de nosotros, y debe llevarse a cabo en nuestra vida diaria y doméstica. Es importante que reciclar se convierta en una rutina más de nuestra cotidianeidad, porque solo así se demuestra que el reciclaje forma parte de nuestra forma de vida. Veamos algunos consejos para incorporar la sostenibilidad a nuestros hábitos. Un decálogo del reciclado doméstico.

Familiarizarse con los tipos de basura

 Más del 65% de los residuos urbanos que generamos en nuestras ciudades pueden ser reciclados y transformados para su reutilización. Una primera conclusión es, por tanto, que en nuestros basureros no hay solo basura. Hay residuos que aún pueden ser útiles y si reciclamos les damos esa oportunidad.

La regla de las 3 “R” del reciclado doméstico: Reducir, Reutilizar y Reciclar.

Hay que intentar reducir la cantidad de residuos que generamos en nuestras casas, pues los recursos naturales no son inagotables. Debemos reutilizar, que es la mejor manera de recudir basuras. Usar y tirar sale caro, y sobre todo al medioambiente. Y también se debe reciclar, que es la manera de darle una nueva utilidad a un material que ya estaba desahuciado. Es la llamada regla de las tres “R”, eslogan de la sostenibilidad.

Selección doméstica

La primera separación de materiales debe realizarse en nuestra casa. Esta separación es básica para que la cadena de reciclaje general funcione. Cuatro son los grupos: envases de plástico, latas y brics; el vidrio, el papel y el cartón, y finalmente el resto de residuos.

Recipientes domésticos

 Para facilitar el reciclado doméstico conviene tener un recipiente para cada uno de los grupos de material. De este modo es más fácil hacer la separación en casa y, posteriormente, llevarlo cómodamente a los correspondientes contenedores de la calle.

Residuos por colores

Cada ciudad tiene sus modelos de contenedores, de modo que en el decálogo no haremos referencias a formas o tamaños. Pero sí a colores. Están los generales, donde hay que depositar la basura orgánica, y cuyo color no tiene por qué estar definido. Puede variar según la localidad. Pero hay tres colores consensuados y que no dejan margen de error. Los contenedores amarillos son solo para envases de plástico, latas y brics. Y aquí caben también y, por ejemplo, las botellas de agua, de suavizante o de colonia, los botes de champú y las bolsas de plástico, entre otros muchos materiales. En el azul hay que meter los envases de cartón (bien plegados), papel, periódicos y revistas. Y en el verde, todo aquel recipiente que sea de vidrio. Pero atención, ni los tapones de las botellas, ni la cerámica de las vajillas ni el cristal, aunque pudiera parecer lo mismo.

La recogida es selectiva

 Para que sea más cómodo no es necesario sacar toda la basura a la vez. La orgánica conviene hacerlo a diario, ya que puede producir malos olores, pero los envases, el papel y el vidrio no, por lo que pueden sacarse de manera gradual. La recogida municipal también suele ser selectiva, de modo que puede uno coordinar su rutina doméstica con la ruta de los camiones de recogida de su barriada.

Separación de envases, fundamental para el reciclado doméstico

 Aunque los ciudadanos no hagan distinción entre envases en sus hogares, al llegar la basura a las plantas de reciclaje estos vuelven a separarse. Esta vez por materiales. De este modo, se optimizan los diferentes productos desechados que mediante nuevos procesos productivos son reutilizados.

Las basuras recicladas vuelven a ser útiles

 Con los envases de plástico, por ejemplo, se hacen bolsas de basura, mobiliario urbano o material de construcción. Con el aluminio, nuevas láminas y papel de aluminio, e incluso material para los pistones de los motores. Los brics suelen servir para producir bolsas o sacos de obra de material resistente. Y con el papel y el cartón se hace una pasta que constituye la materia prima para las nuevas cajas de cartón, el papel de embalar, el papel higiénico o el de los periódicos. Por su parte, el vidrio, una vez limpio y clasificado, vuelve a convertirse en botellas u objetos de vidrio.

Dudas comunes en el reciclado doméstico

 Es bastante habitual dudar frente a un contenedor y no saber a qué familia corresponde el material que te dispones a desechar. Algunas dudas muy comunes son: los pañales (a orgánica), los cartones o papeles muy sucios (a orgánica), los dvd’s, cassettes y discos viejos (nunca a plásticos. Al contenedor general), juguetes viejos, perchas o cepillos de dientes (aunque sean de plástico, al general), ropa antigua (al general) y los brics de aspecto acartonado (a plásticos, nunca a papel y cartón).

Cada gesto importa

 Por pequeño que sea, cada gesto es importante. El compromiso es personal, y se suma al esfuerzo de todos. No romper la cadena significa colaborar en la sostenibilidad.

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