¿Qué es el ‘compliance’?
Conocido con el término inglés de compliance, que podría traducirse por cumplimiento, en referencia al cuerpo normativo para las empresas, es un concepto que vertebra la actividad diaria de las empresas, no sólo las grandes compañías, sino que afecta también a las pymes. Por el esfuerzo de inversión en tiempo y costes asociados ha terminado siendo un factor importante para las mismas.
Compliance, qué es
El concepto de compliance empresarial aparece en la década de los 70, en EE. UU., centrándose inicialmente en el sector financiero para combatir el tráfico de influencias, lavado de dinero negro y soborno de funcionarios.
A partir de ahí, el cumplimiento normativo comenzó a extenderse a otras industrias y a influir en regulaciones internacionales. En este contexto, la OCDE dio un paso decisivo en 1997 al aprobar el acuerdo de “Lucha contra la Corrupción de Agentes Públicos Extranjeros en las Transacciones Comerciales Internacionales”, un hito que consolidó la necesidad de sistemas de compliance más robustos a escala global. España ratificó este acuerdo en 2002, reforzando su compromiso con la transparencia y la integridad empresarial.
El compliance empresarial
El compliance se conforma como un arsenal de procedimientos y buenas prácticas para detectar e identificar los riesgos legales para prevenir la comisión de delitos penales por parte de la empresa o conductas irregulares de sus miembros asumiendo mecanismos internos de prevención, examen, verificación y reacción.
La actividad de la empresa se ajustará con el cumplimiento de los requerimientos jurídicos a nivel nacional e internacional, regulando la actividad interna para su adecuación a los estándares y códigos diseñados para garantizar tal cumplimiento.
Esta actividad será responsabilidad de un coordinador, el ‘responsable de cumplimiento’ o ‘compliance officer’, en las compañías que, por su numerosa plantilla, puedan disponer de un cargo dedicado plenamente a dicha labor. Pymes y autónomos, por sus propias características de tamaño y facturación deberán externalizar estos servicios en empresas o bufetes de abogados especializados en la materia.
La constante modificación de dicha regulación y la cada vez más exhaustiva profusión de normas y amplitud del marco regulatorio hacen del ‘responsable de cumplimiento’ una figura de vital importancia.
Compliance en pymes
La implantación de los protocolos internos, estrategias, prevención de riesgos exigirán un Plan de Compliance y el compromiso de revisión periódica y actualización.
Deberán existir unas reglas claras y conocidas por la plantilla laboral, que permitan tener una visión global e integral sobre la dirección que quiere llevar la empresa. Hay algunos programas de software estándar en el mercado que pueden ayudar en esta labor.
Los asuntos que incorpora una Plan de Compliance suelen gravitar sobre diversos aspectos, destacando:
- Protección de datos
- Ley del mercado de valores
- Prevención de blanqueo de capitales (PBC)
- Leyes financieras
- Derecho de la competencia, etc.
Estas cuestiones se enmarcan en ámbitos más amplios de compliance, tales como:
- Penal
- Tributario
- Financiero
- Ambiental
- Tecnológico
- Prevención del blanqueo de capitales
- Ciberseguridad
Régimen sancionador
El incumplimiento del cuerpo normativo puede traducirse en sanciones para las empresas, así como sanciones por no disponer de un Plan de Compliance. Además de las multas económicas, no respetar el cumplimiento normativo puede acarrear la pérdida de negocio o la inhabilitación temporal.
Para evitar este escenario, el sistema de compliance debe incluir mecanismos internos de control y respuesta, entre ellos:
- Recomendaciones y medidas correctivas para garantizar la resolución de incidentes, la subsanación de deficiencias detectadas y la prevención de su repetición.
- Un régimen disciplinario interno, que permita aplicar sanciones proporcionales cuando se detecten incumplimientos por parte de empleados, directivos o colaboradores.
Así, el régimen sancionador no solo contempla las consecuencias externas impuestas por la ley, sino también las responsabilidades internas que permiten mantener la cultura de cumplimiento dentro de la organización.
Beneficios de implantar un Plan de Compliance
Aunque el incumplimiento puede ser una señal de alerta, también constituye una oportunidad para corregir procesos, reforzar controles y reducir riesgos futuros. Contar con un Plan de Compliance sólido ofrece beneficios tangibles:
- Incremento del negocio: garantizar el cumplimiento normativo hará que tus clientes, empleados y proveedores tengan más confianza en tu empresa.
- Reducción de problemas legales: disminución del riesgo de multas, sanciones, demandas o el cierre de tu negocio.
- Mejores relaciones públicas: el compromiso de tu empresa con la seguridad física y la salud haciendo referencia a políticas proactivas sobre salud y el bienestar mejorarán tu imagen empresarial.
Conclusión
La prevención, auditorias, detección y corrección interna de malas prácticas y/o comisión de delitos son una tarea que se ha generalizado no solo entre grandes empresas, sino también entre pymes, que deberán tener sus herramientas internas o apoyo jurídico externo para minimizar riesgos y ajustarse a leyes y buenas prácticas.
La empresa puede quedar exenta de responsabilidad por delitos cometidos en su nombre cuando demuestre que ha adoptado las medidas de vigilancia y control adecuadas para prevenirlos.
Formación ANEI
