“Hay más opciones de financiación que nunca y animo a que se aprovechen”
En un contexto en el que emprender sigue siendo un reto mayúsculo en España ante las dificultades para acceder a la financiación, las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR) se presentan como una alternativa factible para autónomos, microempresas y pymes. Un ejemplo es Iberaval. Su presidente, César Pontvianne, reivindica el papel de estas figuras como palanca para que los proyectos viables salgan adelante, independientemente de su tamaño. Agilidad, rigor y acompañamiento son, según explica, las claves de una entidad que ya opera en buena parte del territorio nacional y que se ha adaptado a las nuevas necesidades de los emprendedores: digitalización, sostenibilidad y acceso a financiación en mejores condiciones.

IBERAVAL cuenta con el apoyo de la Junta de Castilla León y el Gobierno de La Rioja. ¿Cómo surgió está sinergia entre dos SGR de diferentes CCAA?
La relación con la Junta de Castilla y León es histórica, parte de los orígenes de Iberaval, allá por el principio de la década de los 80. Hay que recordar que es el principal socio institucional de esta sociedad de garantía y un actor clave en nuestra función financiadora a través del Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León (Icecyl). En cuanto a la vinculación con La Rioja, parte precisamente de un acuerdo interterritorial de Castilla y León con esa comunidad autónoma, que se sustancia en la apertura de nuestra delegación allí en 2010. Y, por cierto, en ambos casos con resultados muy positivos para las pymes y los emprendedores de ambas autonomías. Cada una tiene sus singularidades, pero el tejido empresarial ha encontrado en Iberaval un aliado clave para el desarrollo de sus proyectos.
¿Financiáis proyectos en todo el territorio español u os limitáis a esas dos CCAA?
Iberaval cuenta con sedes en Madrid -tres concretamente, en la capital, Alcobendas y Fuenlabrada-, en Galicia -Vigo- y en Castilla-La Mancha -Ciudad Real-, además de en todas las capitales de Castilla y León y Ponferrada. Pero desde hace ya unos años financiamos proyectos viables en buena parte del territorio a partir de las solicitudes que recibimos por internet. Una de las señas de identidad de Iberaval es la agilidad a la hora de dar respuesta a los planteamientos que recibimos de buena parte de los sectores productivos. Esto nos ha permitido avanzar como entidad en los últimos años, controlando los parámetros de eficiencia y rigor en los riesgos, y prestando un servicio a proyectos que, de otra forma, probablemente, no saldrían adelante.
¿Cómo puede una sociedad de garantía recíproca ayudar a un joven emprendedor a obtener financiación para su startup, especialmente si no cuenta con un historial crediticio sólido?
Una de las cuestiones que más se valoran por parte de los usuarios de nuestros servicios es la del acompañamiento. Y es que, nosotros no perseguimos colocar productos por exigencias del guion, sino que buscamos que aquel proyecto que llegue a nuestras manos cuente con la viabilidad oportuna para que pueda ser una realidad sólida. En ese sentido, no dudamos, y decimos las cosas claras. Si vemos futuro a una iniciativa sea de una empresa consolidada o de una startup lo decimos, como también advertimos de lo contrario. No tenemos ánimo de lucro, stricto sensu, pero la realidad es que como una parte de lo que financiamos cuenta con bonificaciones que derivan de recursos públicos, y somos muy rigurosos en ese aspecto. Hay más opciones de financiación que nunca y yo animo a que se aprovechen.
¿Qué sectores o tipos de proyectos considera prioritarios su SGR para apoyar a las nuevas generaciones de empresarios en España?
La realidad es que, pese a que hay un número aún elevado de jóvenes que piensan en opositar, porque es lo que han escuchado en casa que es más seguro, hay un caldo de cultivo importante de esas nuevas generaciones. Se trata de personas que tienen ideas por desarrollar, que se mueven con soltura, porque cuentan con una formación sólida y con valentía para desplegarlas, y que lo mismo te pueden plantear un proyecto industrial solvente, que una idea de negocio exportador que a nadie se le había ocurrido. Como decía, Iberaval apoya buena parte de los sectores y la condición clave que ponemos es que sean viables, racionales, y tengan futuro. En España contamos con generaciones muy preparadas, a pesar de que aún queda mucho por hacer en la conexión entre Universidad y Empresa, aunque se haya avanzado también en esa vinculación.
¿Cuáles son los principales requisitos que un joven empresario debe cumplir para acceder a los avales de su SGR?
La clave está en el proyecto, que como he indicado anteriormente, debe tener visos de concreción, verosimilitud y posibilidades de implementación, a corto, medio y largo plazo. No tiene sentido acudir a una entidad financiera, como la nuestra, que es una sociedad de garantía, como tampoco lo tiene presentarse en una tradicional -siempre nos viene a la memoria el banco- con castillos en el aire, porque lo único que vamos a hacer es perder tiempo nosotros, y hacérselo perder a quien nos atiende. De modo que es clave tener un plan de negocio claro y conciso, ejecutable y defendible, para que pueda concretarse. Nosotros aportamos financiación de calidad pero son los bancos quienes fondean, de manera que, como digo, si vamos con las cosas claras, plasmadas negro sobre blanco, todo será mucho más sencillo.
¿Qué consejos daría a un joven empresario que está empezando y busca convencer a una SGR de que su proyecto es viable?
Lo primero que ha de hacer cualquier empresario es creer en su proyecto, pero, una vez completado ese paso, resulta básico que el que está sentado frente a él lo entienda claramente. Por eso, el storytelling resulta esencial. No al modo de spot publicitario, sino al estilo de quien convence con un argumento irrefutable. Es esencial analizar el problema al que se busca dar solución en cada proyecto empresarial y abordarlo desde las múltiples aristas que pueda presentar, una vez aterrizado, se ha de abordar un plan de negocio al uso, que contemple estudios de mercado, opciones, tiempos, consumo de recursos, gestión de personas y adquisiciones… En fin, como le decía, hay herramientas -creo que más que nunca- para poder confeccionar proyectos sólidos en los tiempos que corren.
¿Cómo ha adaptado su SGR sus servicios para responder a los desafíos actuales de los emprendedores, como la digitalización o la sostenibilidad?
Iberaval siempre ha estado a la vanguardia en ámbitos como la gobernanza, el compliance o las buenas prácticas. De manera que, habida cuenta de las exigencias que se marcan desde instancias nacionales y supranacionales, el respaldo a la digitalización y la sostenibilidad han sido troncales en los últimos años, a partir de pequeñas mejoras en las condiciones de acceso a la financiación en este tipo de solicitudes. A ello hay que sumar un avance en la gestión de procesos por nuestra parte, implementando soluciones de automatización y, en los últimos tiempos, aprovechando las nuevas tecnologías disponibles para agilizar tiempos y respuestas a nuestros socios.
¿Qué ventajas competitivas ofrece su SGR frente a otras opciones de financiación, como crowdfounding o fondos de inversión?
En nuestro caso, hay dos cuestiones que destacan por encima del resto: mayores plazos, menores costes. Si un proyecto cuenta con el respaldo de Iberaval va a poder optar a plazos de devolución más amplios y va a poder contar con unos costes menores que si el interesado en obtener acceso al crédito acudiera a una entidad tradicional o también a otras fuentes alternativas de financiación. Esa es otra clave, nuestro aval es un acicate para que el banco dé su apoyo con mayor holgura a cualquier iniciativa empresarial.
IBERAVAL informa en su web de 23.000 avales vivos: ¿qué media de capital soportan en su conjunto los proyectos avalados?
En los últimos años, teniendo en cuenta cómo ha avanzado la carestía de vida, ese importe se ha visto incrementado, y hemos pasado de contar con proyectos que estaban en torno a los cien mil euros, a solicitudes que se concretan en financiaciones en el entorno de los 130.000 o 140.000 euros. Iberaval tiene a día de hoy más de 1.700 millones de euros activos en financiación con miles de pequeñas y medianas empresas, emprendedores y midcaps respaldados, lo que contribuye al sostenimiento de más de 250.000 puestos de trabajo. Ese dato, el del empleo, es lo que más orgullosos nos hace estar de nuestro desempeño, y una muestra más del buen trabajo que desempeña el equipo de Iberaval.
Formación ANEI
